• ¡Y todo era miel sobre hojuelas!
• Ahora, a retejer como Penélope
¡Veníamos tan bien! Todo era miel sobre hojuelas. Triunfo inobjetable. Juramento sonoro. Hasta al comandante Raúl Castro le dio alegría el retorno del PRI. Y luego, todos rendidos. PAN, venido de una derrota colosal. PRD, aguijoneado por el pragmatismo de la nueva izquierda, la “moderna”. Todos rendidos al consenso, al acuerdo, al Pacto.
Pero… Siempre hay un pero en esto de vivir la vida. Con mayor razón en esto de aparecer del club de los triunfadores. Siempre hay un pero… y un pelo en esa sopa deliciosa del poder.
Pero la verdad, es increíble que los políticos que asuman el poder no estén dispuestos a hacer hasta lo imposible por mantenerse en la cúspide. Así lo hay hecho todos, capitalistas, socialistas, comunistas, y más los pragmáticos. Y el PRI, sus ingenieros electorales, obviamente que están dispuestos a todo para no volver a ser sacados a patadas de Los Pinos.
Y el pero tomó el nombre de uno de los estados más bellos y lujuriosos de la federación mexicana. Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar… palmeras borrachas de sol.
Empleados de doña Rosario Robles se dieron a la tarea a la que estaba acostumbrado el rebaño priísta, y de la que no se puede desprender. A asegurar la estancia del tricolor en el poder. Comprar votos con la moneda de la ayuda social, de la campaña contra el hambre, principalmente.
Los vio de reojo doña Rosario y no le quedó más que entrar en el terreno de las formalidades. Los cesó fulminantemente, pero no porque estuvieran trocando ayuda por votos, sino por melilotos que se dejaron descubrir. Y se armó la grande porque nadie le creyó a la secretaria que no estuviera enterada de lo que hacían los empleadillos. Y dicen los de la oposición que están haciendo en los 14 estados donde el 7 de julio venidero se renovarán poderes municipales.
Y el PAN se levantó no sin antes presentar su queja en una barandilla judicial. Y todos juntos – PAN, PRD, MC y PT – presentaron en la Cámara de Diputado denuncia de juicio político contra el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y doña Rosario por la compra de votos.
La Presidencia no se lo esperaba ciertamente. La decisión del PAN la tomó por sorpresa. No sabía si organizar el acto para dar a conocer las iniciativas de la reforma financiera, o qué. Hasta que a alguien se le ocurrió; seguramente que no se le ocurrió al Coach. En lo más profundo de la noche, frisando entre las 3 y las 3 y media de la madrugada, las bandejas de computadoras de los periodistas recibieron el anuncio: se suspendía toda actividad relacionada con el Pacto…
El mismo presidente de la república tuvo que salir a dar la cara, por el Pacto, por doña Rosario, y por el gobernador Duarte: “No se tolerará uso de programas con fin electoral. Este es el momento de dejar los intereses particulares y de partido, en un ánimo propositivo para retomar el camino de los acuerdo”. Pero no quedó claro quién o quiénes deberían dejar los intereses… etc. ¿También el PRI?
Chayito, como fiel seguidora de alguna secta cristiana, o parafraseando a Luis Donaldo, pronunció la bíblica frase con la que redondeó su mañana de martes: “México tiene hambre y sed de justicia”.
Y ahora resulta que también los panistas – no lo pudieron hacer ni cuando estaban en Los Pinos – usan Oportunidades – el programa social insignia de la Docena Trágica – con fin electoral…
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