La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Y cuando despertamos ya no había ni dinosaurio
La parálisis económica provocada por el coronavirus, trae de un humor intratable al presidente López Obrador, de acuerdo a las principales casas de análisis, este año tendremos una caída de alrededor del 10% lo cual, simplemente, es devastador.
Además la recuperación, de acuerdo a los expertos, será lenta, por lo que se pronostica un cuatro o cinco por ciento para 2020, lo cual es insuficiente a todas luces.
El nulo crecimiento le pega en la línea de flotación a la 4T en dos sentidos: habrá menos recaudación y el discurso de la prosperidad económica se colapsa en forma estrepitosa.
Así las cosas, el presidente va por ahorcar aún más a la burocracia, por lo que anuncia su intención de desaparecer más de cien organismos autónomos, que a su muy particular visión del mundo no sirven, lo que uno se pregunta, es porqué tardó casi dos años en darse cuenta.
La deconstrucción del Estado Mexicano es alarmante, no sabemos si al final del día habrá alguien para apagar la luz, lo único cierto es que la eliminación de instituciones son a contentillo de la pareja presidencial.
En fin, la idea central es reducir a los funcionarios a consumidores de tortas de tamal, para demostrar que la felicidad está en nuestras raíces.