MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
¿Cuál es el juego de John Ackerman y et al?
Con horas de diferencia, el doctor en derecho y sociología e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aireó públicamente las tareas que suelen tener los oficiosos en la política, a riesgo de hacer el ridículo y asumir el papel de cabeza de playa de un operativo que tiene burdo sustento en una pueril pataleta.
¿Lo tomamos en cuenta o le seguimos el cuento histriónico? Porque, por si usted no lo sabía, hasta mayo pasado el académico protagonizaba un programa televisivo de supuesto humor político, aunque era una mala copia de humorismo a costillas de políticos pero del pasado neoliberal.
En el plató de la tevé pública, a John lo acompañaba la respetada y respetable Sabina Berman, quien no ocultaba la incomodidad que le provocaban ciertos comentarios del académico; por ejemplo aquella rabiosa defensa que hizo de Andrés Manuel López Obrador, a quien calificó como científico y, bueno, para completar el cuadro, la doctora Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, secretaria de la Función Pública, dijo que es el presidente más culto que ha tenido México. ¿Qué le parece?
Pero, vaya, le decía que, con horas de diferencia, el licenciado Ackerman asumió el papel de quien quiere quedar bien con el jefe, a costa de la pérdida del respeto personal, por encima de sus grados académicos.
Se fue contra el Instituto Nacional Electoral, en una suerte de oportunismo a partir de la malquerencia que por el organismo ha manifestado públicamente el licenciado presidente.
Olvidó que, como investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, se infiere conocedor de la ley que norma al INE, pero en su cuenta de Twitter escribió una ofensiva descalificación:
“El cinismo y la parcialidad del @INEMexico no tiene límite. Ayer amenazó con censurar la #Mañanera de @lopezobrador_ si vuelve a hablar de política.
“Una inaceptable extralimitación de sus funciones que comprueba que efectivamente sí pertenece al BOA”.
No, ninguna extralimitación, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, cuyo currículum incluye ser investigador del IIJUNAM, es un experto en derecho electoral.
Quizá el doctor Ackerman confunde al ridículo con el servicio a la causa del grupo de impresentables a los que pertenece, una pléyade que incluye a senadores y senadoras que hace un año pretendió impulsar la reelección de Martí Batres Guadarrama en la presidencia de la mesa directiva de la Cámara alta, incluso con declaraciones despectivas contra la senadora tabasqueña Mónica Fernández Balboa, quien finalmente fue elegida presidenta senatorial.
Así, pasó del respetable y coherente simpatizante al rabioso fanático que pide la cabeza del compañero de causa porque platica con el vecino, al que ha centrado como enemigo de su jefe y tlatoani. Cuestión de aprovechar el viaje y urgir a la muchedumbre para el linchamiento y de paso faltar al respeto a la bancada morenista.
¿Qué ocurre? Bueno, cuestión de recordar que, hace unos días, John Ackerman y su esposa, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, la responsable de combatir a la corrupción en el gobierno de la 4T, fueron pillados en posesión de media docena de inmuebles que difícilmente podrían haber adquirido con sus salarios como académicos universitarios.
El matrimonio Ackerman-Sandoval no ha negado las propiedades pero insiste en haberlas adquirido con el fruto de su trabajo y donaciones familiares. Y se victimizaron y amenazaron con proceder legalmente contra Carlos Loret de Mola, en cuyo nuevo espacio noticioso se divulgó el reportaje que desnudó a la pareja que se ha caracterizado por su obsesiva cuanto ridícula pleitesía hacia Andrés Manuel López Obrador.
En la paráfrasis del inquilino de Palacio, la entrevista que concedió Ricardo Monreal a Carlos Loret le cayó como anillo al dedo y, en su papel de periodista, porque el doctor John se asume periodista, emprendió la embestida para descarrilar al presidente de la Junta de Coordinación Política, porque osó platicar con el enemigo de la 4T y, por supuesto, de su ídolo y gran jefe Andrés Manuel López Obrador.
No cabe duda que, desnudados en la incongruencia de lo que presumen como honestidad y se asumen parte de la austeridad franciscana, a la pareja Ackerman-Sandoval y el grupo al que pertenecen, el miedo escénico se apoderó de ellos más que el temblor del martes pasado, porque sus cartas de presentación los revelan impresentables.
Y no hay que olvidar que el miedo es muy mal consejero, porque mientras, guste o no, Ricardo Monreal suma y multiplica, con esa larga experiencia de más de cuatro décadas en las ligas mayores, mientras aquellos aprendices de brujo dividen y restan.
Ackerman está acorralado junto con los radicales que lo acompañan, éstos que le digo son impresentables y buscan acomodarse a la diestra del señorpresidente. Lea usted la amenaza con carácter de exhorto que recuerda a aquellas reyertas juveniles, de adolescente, en la cuenta tuitera del doctor Ackerman:
“Te he leído y te sigo y en tu trabajo estás en lo correcto”
“Así le dice @RicardoMonrealA a @CarlosLoret en esta muy interesante entrevista.
“¿Qué esperan @MorenaSenadores para renovar su coordinación?
“Ya lo dijo @lopezobrador_. Es #TiempoDeDefiniciones
Y aparece un video editado con el encabezado: MONREAL LE HACE EL CALDO GORDO A LORET ATACA A AMLO GATELL Y LA 4T
Y continúa el tweet:
“Mientras @carlos loret ataca a @JohnMAckerman y a la 4T con viles calumnias, @RicardoMonrealA, alaba a #LordMontajes y hasta se lanza contra el Presidente @LopezObrador_ y @HLGatell”.
No, no es un mensaje a trasmano de López Obrador dirigido a Ricardo Monreal. Es la pueril demostración de quien no puede desmentir un trabajo periodístico de un periodista del que se ha burlado y descalificado porque su jefe lo ha hecho.
Quiso el académico cobrarse una afrenta y acarrear agua al molino del grupo de impresentables que pretenden el control de la presidencia senatorial y del INE, no hay que olvidar que Ackerman forma parte del grupo que determinará quiénes serán los cuatro consejeros electorales que sancionarán a la elección intermedia federal del año próximo.
El caso es que el doctor Ricardo Monreal, acorde con ese enorme colmillo político que se le reconoce, lejos de caer en el garlito, dio una lección de urbanidad política (aseo político decía el profesor Enrique Olivares Santana que fue presidente del Senado) al doctor Ackerman.
Primero, en un video mensaje declaró:
“Me he reunido con el Presidente de la República, para revisar la Agenda Legislativa del próximo Periodo Extraordinario de Sesiones, que vamos a llevar a cabo el lunes 29 y martes 30 (…). Escuché al Presidente, lo vi de muy buen ánimo, con una actitud siempre muy positiva, optimista, muy firme en la toma de decisiones. Y eso me alegró”.
Y luego entró en materia sin citar nombres, pero de evidente destinatario –¿verdad John?–. Lea usted, el texto no tiene desperdicio y su opinión es la mejor:
“Por eso –acotó Ricardo Monreal–, me parece que en este momento lejos de buscar contradicciones internas en nuestro movimiento, debemos buscar de qué manera podemos todos, impulsar la fuerza del país para enfrentarnos a la etapa post-covid.
“Yo voy a seguir hablando con todos, voy a seguir reuniéndome con empresarios, me voy a seguir reuniendo con comunicadores de distintas ópticas y de distintas vertientes. Creo que nosotros como movimiento, debemos ocupar todos los espacios.
“En política, los espacios vacíos se llenan. Nunca me voy a confrontar con quienes simpatizamos en la construcción de este movimiento. Los respeto, respeto su forma de actuar, pero no me voy a generar condiciones de confrontación con nadie.
“Si no lo hago con la oposición, menos lo haría con mis compañeros que están en el movimiento, luchando por la Cuarta Transformación. A todos, frente a lo que haya, les expreso mis respetos, les mando un abrazo de solidaridad a todos, porque la lucha nos une, porque los principios nos unen y porque tenemos que actuar con mucha seriedad y responsabilidad, defendiendo lo que creemos e impulsando esta profunda transformación que está llevando a cabo el Presidente de la República”. Hasta aquí la cita.
En septiembre próximo concluye la presidencia de la senadora Mónica Fernández Balboa y, ¡atinó!, Martí quiere repetir en el cargo, o impulsar a uno de los impresentables porque en estricto apego a la igualdad de género, toca a un varón presidir la Mesa Directiva senatorial; le tocaría al PAN, pero es asunto de negociar y hay morenistas anotados para la nominación.
Ni hablar, a John le tocó arrancar el trabajo sucio con un pretexto de secundaria y se metió con quien no debió meterse. Y mire, Ricardo Monreal se defiende solo, pero en defensa de su trabajo y libre pensamiento salieron incluso senadores del PAN. ¿Descarrilarlo? El académico fue por lana y salió trasquilado. Conste.
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