Mouris Salloum George
VOCES DEL DIRECTOR
Desde Filomeno Mata 8
Sólo en La república de Kafka ocurre que, mientras se profundiza el drama social nacional, los políticos de cabotaje sigan enzarzados en sus ruines pugnas por el poder.
Con datos preliminares hasta ayer en uno de los estados donde moran los más pobres entre los pobres de México, Oaxaca, el terremoto y sus réplicas han provocado el derrumbe de cinco mil viviendas, 92 unidades médicas del IMSS con diverso grado de daño estructural e instrumental, la refinería de Salinas Cruz sufrió incendio y paralización de la producción, y 16 tramos carreteros con algunos puentes colapsaron.
Los mismos datos suman por lo menos 10 muertos y 11 heridos. Ya se demanda la declaración de emergencia en 117 municipios oaxaqueños. Algunos de ellos no se resarcían de la destrucción por los sismos de 2017.
En estricto rigor, en tratándose de Oaxaca, con la más alta densidad demográfica indígena en el país, añadir nuevos damnificados a la suma de damnificados históricos parece quedar reducido al universo de las ecuaciones estadísticas. No se vale.
Desde luego, la situación de los estados sureños no puede tipificarse humanamente como pequeña magnitud, medida de cara a la tragedia nacional, que se potenciará nuevamente por el terremoto económico.
¿Quién convoca a la noche de los cuchillos largos?
De por sí, ya tenemos en nuestro país más de 34 millones individuos de la Población Económicamente Activa (PEA) refundidos en la economía informal. Lo que viene es para pasar de la emergencia nacional a la catástrofe social.
Pongamos un dato de medición: Según los patrones económicos internacionales, cada punto de incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países genera de 225 mil a 275 mil empleos formales estables. La lógica indica que un punto porcentual que caiga el PIB, provoca la pérdida de esa suma de plazas.
La pavorosa noticia que nos envía el Fondo Monetario Internacional (FMI) en recientes horas, es que, por la crisis desencadenada por el Covid-19 y sus impactos en el espectro económico, el PIB mexicano caerá 10.5 por ciento. De acuerdo con el esquema anterior, potencialmente podrían perderse hasta 2 millones 750 mil empleos.
Una vez desencadenado el fenómeno, el alcance de la espiral es impredecible. ¿Es de políticos y estadistas hacer de esas adversidades una noche de los cuchillos largos? Cualquiera con un gramo de sensibilidad social nos diría que no. Pero, ¿quién hace entender a los políticos de cabotaje? Ni el Sagrado Corazón de Jesús. Terrible asunto.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.