La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Cuando a la abuelita le dijeron que tomara el llavero anticlimática contestó ¿y yo por qué?
El 31 de diciembre de 2002, una explosión en el mercado Hidalgo del puerto de Veracruz, se convirtió en una tragedia al dejar un saldo de 28 muertos. Cuando al entonces gobernador se le cuestionó su ausencia con cachaza dijo: no soy bombero, soy gobernador.
Desde luego, su desparpajo le valió severas críticas a Miguel Alemán y aunque no había redes sociales, el despropósito quedó registrado para la historia.
La escena se repitió cuando al presidente Vicente Fox, le sugirieron que interviniera en el conflicto de Ricardo Salinas y Canal 40, a lo que salió con su valemadrista: ¿Y yo por qué?
No obstante, estos dos emblemáticos personajes del PRI y el PAN, ya tienen competencia y se trata, nada menos, que de la señora presidenta Beatriz Gutiérrez Müller, quien fue cuestionada en Twitter, en forma amable, de cuándo se reunía con los padres de los niños con cáncer, a lo que, con la sutileza de un maremoto, contestó: no soy médico.
Madre, historiadora y profesora universitaria, como ella misma se define, doña Beatriz demostró tener la misma sensibilidad que Alemán y Fox, moditos que se forjan bajo la vanagloria del poder.
Ni Alemán era bombero, ni Fox abogado, ni la señora Gutiérrez médico, pero ninguno de los tres comprendió, que su posición privilegiada les permitía (y permite), resolver problemas que los mortales no pueden. Si la historia se repite, no hay transformación.