Más allá de las diversas condiciones de nuestra niñez mexicana como la salud –determinada en primera instancia por las circunstancias de salud y calidad de vida de la madre–, la alimentación, la pobreza y muchos otros rubros relacionados directamente con las condiciones familiares o de abandono, la realidad es que existen situaciones que son de gran peso para el futuro de nuestros niños, de manera independiente a sus condiciones de nacimiento y de primeros años de vida. Entre estos de significancia toral, se encuentran la educación y el maltrato de que son objetos dentro y fuera del lugar en donde residen.
La educación a la que tienen acceso los niños de México, así como la calidad de la misma, no cumple el mandato constitucional plasmado en el artículo 3° y en la práctica, desde los primeros años de existencia nuestra niñez no tiene igualdad de oportunidades de instrucción lo que de acuerdo a miles de experiencias datadas, es la única vía para acceder a mejores condiciones de vida, que aquellas que en su caso, se encontraron al nacer.
De acuerdo al último Censo del 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el 5.5% de la población entre 5 y 15 años no asiste a la escuela, lo que los deja en la total marginación social y de oportunidades pues es justo el periodo en los que se obtienen habilidades para la lectoescritura.
En cuanto al maltrato infantil, el INEGI no tiene forma de recabar datos directos pero relaciona como directamente proporcional la violencia para los niños que viven en donde una mujer es maltratada por su pareja. Par a el 2008, el instituto censal afirmaba que en el menos el 46% de los hogares mexicanos la mujer había sido maltratada por su pareja. El maltrato infantil está considerado por muchos aspectos no sólo por golpes o gritos, sino también se incluye la negligencia y por supuesto el abuso sexual.
Al final, este 30 de abril, les debemos a nuestros niños un momento de diagnóstico y recapitulación del presente y el futuro de los mismos.
Hagamos a la vez, una alto en el camino y responsabilicemos –los que tengamos la oportunidad y la conciencia— de no crear más engendros sociales.
Acta Divina… Por unanimidad, la Cámara de Diputados avaló reformas a la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en materia de convivencia sin violencia, en las que se definen en qué consiste la violencia escolar o bullying.
Para advertir… Incontables las autoridades de escuelas y colegios que minimizan la violencia escolar para no tener un problema de dimensiones penales e intervención de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
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