Dirá usted amable lector que me aprovecho de mi imaginación y de que no podrá decirme de manera directa que más que un sueño, le reseño un “cuento” que al momento de escribir estas líneas se me ocurrió.
Pero créalo o no –está usted en todo su derecho–, lo cierto es que la noche del 30 de abril, me soñé corriendo por las calles como escapando de un caos total y sombrío en donde se escuchaban detonaciones y tras de mí todo se iba destruyendo. El hecho desquiciante es que quien me sujetaba de la mano y me dirigía por el camino no era otro sino el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, de lo que yo misma en el sueño cuestionaba el porqué de su compañía.
Al despertarme expliqué tal asociación directa entre Obama y mi persona dentro del desconcierto, por la simple razón del conocimiento de su estancia en México parte del día de hoy y de mañana viernes, y el haber visualizado en Televisión la caída del Boeing 747 segundos después de haber despegado en un aeropuerto de Bagram en Afganistán en donde los estadounidenses tienen su principal base aérea en dicho país, y que pese a que aún no se revelan las causas del accidente, lo que sí es cierto es que en un mes tres naves de las fuerzas de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), se siniestraron.
El caso, es que tengo claro que la alianza estratégica de México con los Estados Unidos es de dos vías disímbolas. Si nosotros tenemos una proyección económica, nunca será la misma que nuestro vecino del norte tiene para con nosotros. El objetivo nuestro con respecto al tema de la migración, es porcentualmente distinto al de los estadounidenses y así, podríamos ir citando todos los temas que nos relacionan pero que nos separan por cuestiones históricas e ideológicas, pero sobre todo tecnológicas.
Desde mis fantasías infantiles siempre me he planteado lo estratégico que puede ser para un enemigo estadounidense minar a la sociedad mexicana poco a poco, más allá de un ataque directo y de segundos.
Pero en mi mente, las imágenes de La Bestia ya para el martes de la semana en México, la caída del Boeing y la visita de Obama, traicionaron mis más hondos apuntes teóricos, revolviéndolos en un inminente peligro nacional.
Por fortuna y hasta ahora, fue sólo un sueño.
Acta Divina… El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, advierte que México es un socio estratégico por su liderazgo creciente.
Para advertir… Entre tanto se realiza la visita del presidente Obama, todas las fuerzas de la represión y el orden se contienen.
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–el problem sra., no es EEUU. son nuestros politicos q nunca se han podido parar con dignidad , mirar de frente y hablar de patria. no tienen calidad moral y los gringous lo saben. esa es nuestra pesadilla.