HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
El lema del gobierno que encabezó Enrique Peña Nieto entre el 2011 y el 2018, esra “Para Mover a México”, en realidad fue “Para Robar a México”, porque vaya que el de Atacomulco y su banda de asaltantes se apoderaron de nuestro país, durante seis años, para saquearlo de forma inmisericorde. Antes habían saqueado al Estado de México.
Por eso resulta increíble que ahora un grupo, muy pequeño por cierto, de personas que se dicen escritores y analistas, que presumen de un conocimiento más amplio de la realidad, digan que vamos de regreso a un régimen autoritario. ¿Qué no se dieron cuenta que el autoritarismo de Peña Nieto no tiene parangón en la historia del país.
No se dieron cuenta los firmantes del documento, a los que López Obrador les dijo que “dan Pena ajena” que Enrique Peña Nieto manejó al país como de su propiedad, con una gran rapacidad. Atracos a las dependencias, tráfico con bienes nacionales o por medio de los “moches” que exigían a los beneficiarios de los contratos que asignó su gobierno. Que en esos seis años reinó la impunidad y hasta se burlaron del pueblo, “no te preocupes Rosario.
Aclaro, esta no es una defensa del Gobierno de la 4ª Transformación, que también tiene lo suyo, pero quejarse de autoritarismo cuando los gobiernos priistas y en especial el que encabezó el alumno más aventajado de esa rata de cinco estrellas que se llama Arturo Montiel siempre fueron autoritarios. Desde Pascual José Rodrigo Gabriel “Nopalito” Ortíz Rubio los del PRI (PNR), los gobiernos priístas impusieron el autoritarismo en este país, eso nadie lo puede negar.
La banda de asaltantes al mando de Peña Nieto no sólo saquearon Pemex, sino también la Comisión Federal de Electricidad, las dos industrias más importantes del país, lo mismo se robaron playas para venderselas a sus amigos, un caso Punta Mita em Nayarit; traficaron con las medicinas para el sector salud cuyas adquisiciones multimillonarias fueron adjudicadas a empresarios y políticos rapaces; convirtieron las aduanas en la cueva de Alí Baba en donde también le dieron manga ancha a los narcos para que realizaran su hobbie favorito; plataformas petroleras; lo mismo hicieron con los puertos mexicanos, en fin la lista de las rapacerías es muy larga.
En la administración, que no gobierno de Enrique Peña Nieto de todos lados salía pus, David López el director de Comunicación Social de la Presidencia de la República pedía 5 millones de pesos por una coordinación en dependencias de medio pelo, a quienes no eran de su círculo y que Ignacio Durán de Pemex, incondicional de López tenía un grupo de columnistas a los que le pasaba información para que golpearan a funcionarios de la empresa a los que luego visitaba en sus oficinas para decirle que había platicado con el periodista, que le reveló que tenía todo un expediente, pero que con una lana -un millón o más- lo arreglaba. Después se lo repartían.
El cártel de “Para Robar a México, no fue un simple grupo de fascinerosos que se conformaban con migajas, fueron auténticas ratas. A ellos el gobierno les cayó “como anillo al dedo”.
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¿Qué le pasa a Hugo López Gatell? ¿Ya se contagio de ese mal que han padecido los políticos mexicanos de darle por su lado al jefe o tratar de imitar todo lo malo? ¿Qué facultades o conocimientos de la información tiene el galeno para decirle a la prensa que le suban el nivel a su actividad periodística? No doctor, la prensa lo único que hace es señalarle los errores, y si hay aciertos, por qué no. Eso no des crítica como usted lo interpreta, o como lo hace para imitar a su jefe. Hoy en todo el mundo se habla de la llevar el cubreboca de forma obligatoria, el doctor Gatell ha sido incapaz siquiera de hacer un llamado, a su uso, porque a él como a su jefe le interesan más la libertad que la salud de los mexicanos, que se sigan muriendo, al fin somos libres…Qué mareada les dio López Obrador con eso de que Michael Corleone había estudiado en el extranjero, se refería al jefe de la mafia del poder, el que estudió en Harvard.
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@HctorMoctezuma1