HORIZONTE DE LOS EVENTOS.
Hace 150 años que se cumplieron hace unos días, justo el momento en que empecé a escribir este llamamiento, se selló por Juárez, que México, a aquel que se atreva a pisar el suelo patrio, a fin de invadirlo e imponer un gobierno, pagará con su vida, su intrusión.
Por ello conmemoro y con convicción refrendo la determinación de Juárez, de fusilar a Maximiliano, con base en la ley aplicable, por cierto, norma que los aventureros desafiaron.
Víctor Hugo y gran parte de la realeza europea ¿qué otra? pidió por la vida del invasor, pero ya preso y derrotado, luego de causar el desgarramiento del Territorio Nacional, pero no de la Patria, asesinando con su “invencible ejército” a cientos de miles de mexicanos, pero no al pueblo.
Discriminó, humilló y violentó infamemente a los nacionales, pero no a la Nación.
Y aún así, atomizadas minorías pero con gran riqueza y en el Poder, aún pregonan y convencen que amaba a México y a los mexicanos.
Así lo creen y luchan por regresar al Poder, aunque lo hagan medio disfrazado su ideario verdadero, igual que Almonte, Miramón y Mejía, de los que se vale la República Francesa, hoy mismo, que tiene en México trabajando franceses de las “orillas de París”, que luchan mientras tanto realizando la invasión financiera gala, y soterradamente, fraguan por recuperar Puebla, que la consideran hito francés y la pretenden francesa, en consecuencia ¿o no?
Hace 150 años, Juárez, al fusilar a Maximiliano, unificó a México: con él se constituyó el Estado Mexicano. Cierto que hubo otras muchas medidas y luchas, leyes y Constitución, impulsadas por él, a la cabeza de los hombres de la Reforma, con tal fuerza y pericia, cualidad exclusiva de un gran estadista patriota, que aún gozamos.
Para la gran tragedia que significó la invasión y el despropósito autrohúngaro de la monarquía francesa, la determinación de fusilar al usurpador extranjero, fue para el caso de invasión, el gran legado de Juárez:
Si un extraño enemigo pretende con sus plantas manchar el suelo patrio, nosotros, “las generaciones futuras” nos dijo Juárez, congruentes con su precedente jurídico y fundamento legal, que mandó a Maximiliano al paredón, nos obliga en estricto derecho y en virtud del precedente que hoy conmemoramos, en caso análogo de nueva invasión, a cobrar la afrenta al invasor, mandándolo al paredón: Que no se olvide.
…
Juárez enseñó a los yucatecos que junto con los sonorenses, nos unen historia y anhelos -y los mismos enemigos-, más que las diferencias étnicas. Por primera vez: Todos juntos contra quien pretenda despojarnos, en Chiapas y/o en Nuevo León.
Estos 150 años pretendemos equilibrar el desarrollo nacional y eso es la redistribución del ingreso y tributario, porque somos uno y los más desarrollados debemos contribuir con los más pobres: somos una familia y en caso de guerra, sabemos que tendremos su apoyo, por eso debemos cuidarlos, compartir nuestros alimentos, de la misma forma que también es cierto que los que han llevado la mayor carga, los 300 años de la Conquista, de la Colonia, de la Guerra de Independencia y de todas las guerras del s. XIX, la mayor explotación del General Díaz, cayó también sobre Mesoamérica y más aún hacia el Bajío, el sur y el sureste. Muy poco al norte.
Aprovechando y fomentando la ignorancia de nuestra historia, y consecuentemente, acostumbrados a la estabilidad que la fuerza que esa unión nos dio por 150 años, pudimos repeler otras invasiones y pasar a etapas de estabilidad y desarrollo…
Hasta que creímos que era y es gratis, que el mundo es muy bonito y que nadie quiere nuestra tierra, nuestras riquezas y recursos naturales y que nadie nos pretende matar para quedarse con lo nuestro ni esclavizarnos. Que las guerras en México son cuentos del siglo antepasado…
Pues ya tenemos invasiones con armas químicas, gobernadores y gobernantes que no creen que deban compartir su riqueza con mexicanos menos favorecidos de otros estados ¿por qué será: serán ignorantes, insolidarios apátridas o verdaderos agentes que como Miramón y Mejía, pretenden traer gobernantes extranjeros?
Y que pese a que tenemos un Presidente Juarista, considera que no son separatistas. Y pese a que le gusta dictar historia, no les recuerda a los del Río Grande y otros, que siguen el vergonzoso ejemplo de los realistas Al Monte y los ya mencionados suficientemente:
Como patriota y heredero del juarismo y comprometido con los patriotas que nos legaron su ejemplo sacrificando su vida, no puedo más que celebrar los fusilamientos de dichos traidores.
Y públicamente, a fin de que quienes detentan el Poder, les conmino preparen la defensa de la Patria y adviertan con firmeza como yo, al recordar las causas, consecuencias y las acciones políticas de entonces que hoy repiten pública y retadoramente, irresponsables políticos, acciones de las que conocemos las consecuencias, que deben proceder y detener su sentido o el pueblo, de plano, habremos de proceder.
Si es que antes, México no deja de existir.