* Lo cierto es que los corruptores parecen estar integrados al modelo de la 4T, renovarlo todo en una regeneración nacional, con la orden de que el modito de gobierno y transa permanezcan igual
Gregorio Ortega Molina
El pivote de AMLO para mantener una movilización social constante y dispuesta a servirle, es el supuesto combate a la corrupción. Ofrece restituir a los mexicanos lo robado, organiza ventas públicas, subastas e incluso rifa un avión.
Pero parte de un error verbal y de concepción del problema: denuesta a los corruptos, pero le resulta imposible referirse a los corruptores. Si como se considera combatir el narcotráfico yugulando las finanzas de los barones de la droga, ¿no es factible que para eliminar la corrupción deba inocularse al modelo de gobierno una vacuna contra los corruptores?
Quizá podría conversar el señor AMLO con su admirador y fan Jorge Zepeda Patterson sobre el asunto, pues el periodista y escritor parece conocer algo sobre el tema. Muchas de las dificultades de la 4T iniciaron cuando equivocó al enemigo. No son los corruptos quienes todo lo pudren, son los corruptores que ponen dinero en sus manos, o los llenan de amenazas a ellos y sus familias, porque el miedo es el arma predilecta de esos seres humanos cuya tarea es corromper.
Imposible eludir la referencia a Stefan Zweig y el título de su libro El mundo de ayer, porque debido a las exigencias de la globalización económica y a las consecuencias de la pandemia, la reingeniería social en la que está inmerso el país desde 1982, se aceleró sin concierto y sin metas, lo que dejará un alto saldo de muerte y miseria. Puede ser la calcutización de México, de la que Fausto Zapata Loredo me advirtiera desde 1970. Hoy las estadísticas muestran que ese genio de la imagen presidencial no estaba equivocado.
Esta referencia me guía a otra, a la que recurrí cuando pude apreciar la catadura moral de EPN y los integrantes de su gabinete, porque el fenómeno se repite, como si el mimetismo fuese condición para lograr asentar las posaderas en la silla del águila.
“… había tratado alguna vez con los hombres de honor y siempre me dirigía a ellos con cautela y sin arrogancia ni presunción. El respeto debía pagarse con respeto y los silencios debían interpretarse como señales. Entre ellos, todo tenía un significado y en su forma de comunicarse aplicaban la misma economía y eficacia que en sus métodos de violencia (institucional).
“Los hombres de honor hablaban sólo de lo que les atañía de forma directa, respondían sólo a preguntas específicas y preferían guardar silencio a mentir”.
Lo anterior es de John Connolly, y recordarlo me lleva a sostener que en política hoy nadie dice la verdad, ésta dejó de ser argumento para convertirse en lastre de quienes actualmente mangonean, pues de combatir legalmente la corrupción en su origen, los corruptores perderían la fuente de ingresos que dicen condenar. Denuncian a los corruptos pues necesitan ocupar su lugar, sin aspavientos, en silencio, porque de lo contrario serían exhibidos como lo que son: farsantes.
Lo cierto es que los corruptores parecen estar integrados al modelo de la 4T, renovarlo todo en una regeneración nacional, con la orden de que el modito de gobierno y la transa permanezcan igual.
AMLO y sus secuaces únicamente refieren la corrupción pecuniaria, pero nada hacen para contener la podredumbre legal y política de los corruptores desde el poder. Transcribo texto enviado por Miguel Ángel Rocha Valencia como botón de muestra de lo que son capaces de hacer sin ruborizarse.
“El diputado Jorge Gaviño Ambriz denunció que existe una intención de los diputados de la mayoría de eliminar el mandato de la Constitución de la Ciudad de México para instalar los juzgados de tutela de Derechos Humanos.
Los jueces de tutela de Derechos Humanos serán los encargados de garantizar los Derechos Humanos consagrados en la Constitución Política de la Ciudad de México, en los cuales se podrán interponer quejas de manera verbal o escrita, y las resoluciones se emitirán en 10 días, las cuales serán obligatorias para las autoridades. (artículo 36, apartado B, numeral 3), explicó el legislador.
“El diputado local del PRD detalló que de acuerdo a la Constitución Política de la Ciudad de México se prohíben reformas que signifiquen un retroceso en materia de Derechos Humanos, es decir, prohíbe cualquier tipo de normas regresivas (de acuerdo al artículo 4 de la Constitución local). Agregó que la Carta Magna señala que: se crearán 16 juzgados de tutela para los Derechos Humanos, uno para cada alcaldía, de acuerdo al artículo XXIII transitorio de la Constitución local.
“Relató que, el viernes 13 de diciembre, el diputado Eduardo Santillán, presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia del Congreso de la CDMX, presentó una iniciativa que reforma la Constitución de la Ciudad de México para eliminar los 16 juzgados de tutela (acto contrario a la Constitución artículo 4º de la CDMX).
“Añadió que, en diciembre de 2019, el Congreso recibió el Proyecto de Presupuesto de Egresos por parte del Gobierno de la Ciudad de México, sin incluir recursos presupuestales para la creación de los 16 juzgados tutela para los Derechos Humanos (incumpliendo el mandato de la misma).
“Destacó que las Comisiones de Administración y Procuración de Justicia, Presupuesto y Cuenta Pública, y de Derechos Humanos del Congreso de la Ciudad de México no se han pronunciado por este grave incumplimiento legal”.
Y luego se atreven a afirmar que el pasado era un podridero.
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