Por Gilberto Celis
Sabe, con todo y que no se tiene la culpa de tanto converso 4trero, cada mañanera se estremece uno del común al escuchar que todo está prendido de alfileres. Que nadie como uno tan común para saberlo, puesto que las clavadas y el recogimiento por lo que estaba cogido con alfileres, bien que se sintieron durante 36 años.
— Seis sexenios que México es transformado neoliberalmente en un mercado de mano de obra barata, para mayor ventaja comparativa del capital globalizado.
¿Y qué es lo que pasa ahora?, pues pasa que para qué volvernos insumisos si el Poder Ejecutivo Federal en manos del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, desde muy temprano en la mañana mandata mi razón.
— O sea, no solo aquel sueño de alrededor de 30 millones de habitantes se ha vuelto una vigilia desagradable, sino que aquellos y estos, los conversos, tanto se han jalado la cobija que encuerados se ven todos iguales.
En estos tiempos nada se resiente y duele más que la continuidad del recorte al Presupuesto para la Salud y que desde el principio de la pandemia la SHCP pellizcó con casi 97 millones de pesos al Programa de Vigilancia Epidemiológica.
— A la Subsecretaría de López-Gatell le recortaron 47 millones de pesos.
— También al Programa para la Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes.
El punto es que en la situación actual de la Pandemia, la reducción presupuestal se refleja en el mayor riesgo y número de fallecimientos.
Porque, como antes con el dengue, chikungunya y zika, ahora el coronavirus es la pronta gota letal que derrama el vaso de la vida en la obesidad, diabetes e hipertensión.
— Han fallado muchas cosas, pero fatalmente la visión de la misión del mandatario sobre los mandantes y sus necesidades prioritarias; como la salud.
Alí Murat, obnubilado
Podrá decirse que una cosa es lo que piensa el bayo y otra quien lo ensilla; pero en este ignominioso tiempo de estadística anónima por el Coronavirus Covid-19, con Semáforo Rojo por la acelerada y mayor transmisión del virus, se trata de precisiones sin caer en la imprecisión acostumbrada de quejarse del ayer ajeno, olvidando que el presente es propio.
En el marco de la realidad por el Covid-19 y la crisis presupuestal sanitaria reflejada en falta de insumos, equipo y equipamiento médico y de protección, resulta que en plena obnubilación de la más turbada mente, el gobernador de Oaxaca Alí Murat y el edil de Matías Romero, así como quisieron hacerla por el temblor del 15 de enero pasado, ahora han vuelto a declarar falsamente zona de desastre a Matías Romero por el temblor del mes de junio.
— ¿Y los pendientes por los terremotos de septiembre del 2017?
— Oiga, entienda que FONDEN significa apoyos y recursos para salud, alimento y albergue de la población afectada.
— Sabe, bien dijo Bernard Shaw que entre más conoce a los hombres, más ama a su perro.
— Por eso le digo.
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