Cuenta la historia jurídico-patria que en el ayer se escucharon vigorosas frases pronunciadas por un político de los de verdad que al aceptar la candidatura a la Vicepresidencia de la República, que le ofreciera el General Rincón Gallardo, en representación de la Gran Comisión Reeleccionista; esto fue lo que dijo Ramón Corral al aceptar la postulación: “Carezco de méritos para encargo tan elevado y de tan grave responsabilidad, pero pertenezco por entero a la Patria y en donde ella quisiera utilizar mis servicios, allí estaré siempre, sin vacilaciones y sin temores’’.
Ya es tiempo de que los partidarios decididos de la justicia, los sostenedores de la sabia y benéfica obra para buscarla y obtenerla, digamos a nuestros hermanos adversarios, a esos amantes del debate inquisidor y de la revuelta, que nos encontramos en pie de lucha en la brecha política para adquirir justicia, puestos y prestos para sostener y defender nuestros ideales de una justicia libre, transparente, independiente y alejada de toda corrupción propiciada y arraigada por el neoliberalismo.
Los abogados pertenecientes al Foro Independiente de la República, no de hoy, de siempre, nos encontramos resueltos a demostrar al País entero, ya sea mediante la prensa o en la tribuna, que la justicia es y debe ser una alta necesidad política en el México de hoy y que por ahora sólo con la voluntad expresa del Ejecutivo y de Olga Sánchez Cordero pueden apartarnos de las confrontas internas y salvar, sólo por medio de la disciplina de la ley, la integridad y unión nacional.
Sin vacilaciones y sin temores nos encontramos en la brega para obtener justicia; no nos arrendarán las políticas baratas que expresan los neoliberales, no nos dan temor las predicaciones de la proterva hermandad de la narcopolítica que sueñan con seguir dirigiendo al País tras bambalinas, ni nos detendremos ante las opiniones de facciones políticas, las cuales pretenden seguir prostituyendo a la justicia y a nuestros jueces y magistrados, quienes son los que destrozan a la justicia y pisotean a nuestra Constitución.
Nada ni nadie intimida a la Abogacía Independiente de la República; nuestro Primer Magistrado de la Nación cuenta con el apoyo de barras, colegios, ateneos y confederaciones de togados que lo admiran y lo respetan siempre y cuando él se haga respetar obedeciendo a la ley, la juventud que porta con sano decoro esas togas que expresan su disposición a estar siempre sin vacilaciones, sin temores, sus temblores en donde puedan servir a la patria buscando justicia.
Absolutamente todos los mexicanos sabemos, entendemos y conocemos perfectamente la imperiosa necesidad de obtener justicia; todo buen mexicano comprende y valora la ingente necesidad de la importancia de esa justicia negada por el neoliberalismo. Sólo unos cuantos mareados conservadores, marcados con el opio de la corrupción, pretenden que la injusticia siga pisoteando nuestra Ley de Leyes, sin comprender ni entender que siendo la voluntad popular la base de la Democracia, puede esta voluntad obligar a imponer justicia. No obstante las proclamas del neoliberalismo los cuales no lograran nunca la impunidad que buscan, mientras la razón y el derecho triunfen, el Sentimiento de la Nación y Patria exista, no habrá necesidad de esgrimir mayores argumentos para obtener el triunfo de la JUSTICIA.
En nuestra brega para obtener justicia y poner en la cárcel a los narcopolíticos nos acompaña siempre en esas labores cotidianas el ejemplo del Licenciado Dionisio Vera Casanova: “al triunfo sin vacilaciones ni temores”.
LIC. ALBERTO WOOLRICH ORTÍZ
Presidente de la Academia de Derecho Penal
Del Colegio de Abogados de México, A.C..