Por Gilberto Celis
Con eso que Martí dice que el árbol que mejor da frutos es el que tiene debajo un muerto y López Gatell como el tahúr de “la bolita” mueve las cifras del Covid-19 para que usted adivine donde está la verdadera; en este pandémico país de no tomar alguien cartas en el asunto, ocurrirán cosas que saldrán más fuera del control de quienes piensan tener el toro por los cuernos y que de poco les servirá la manipulación del recurso estadístico.
— Ahí tiene al edil de MoReNa que, a punto de la visita de AMLO a Oaxaca y como dando un paso adelante, mostrándose cumplidor de la consigna recibida, calcula por el Covid-19 serán 4 mil doscientos muertos en Juchitán.
Esto que suena como ofrenda al Dios tribal de los fundadores de Tenochtitlán, que en el culto además de la oblación de la propia sangre sumaron la de corazones humanos, marca la esperanza caída en el desencanto al ver como el poder mina a los hombres haciéndolos sentir más poderosos que el Dios que, dándose golpes en el pecho, dicen venerar.
— A los problemas de ayer se agregan los de hoy; y nada serena cuando la antigua predica de renovación moral del Patriarca neoliberal Miguel de la Madrid, ahora es del Patriarca de la 4T,
— Sabe, a final de cuentas lo único que vale la pena transformar es el concepto de moral o de ética.
Zona norte istmeña, mortal depuración
Permítame referir dos casos comentados desde hace años y que las cuentas alegres por el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec evidencian la ceguera, sordera y mudez ejecutiva federal, estatal y municipal,
— El impacto social y ambiental por el fracking de la subsidiaria Plata Real de empresa canadiense y que en su autorizado Lote Niza, para explotar a cielo abierto el oro y la plata, se encuentran el Centro de Ciudad Ixtepec, la Iglesia del Patrón San Jerónimo Doctor, el Panteón y el Palacio Municipal, 3 escuelas primarias, 3 secundarias y más.
— La Ciudad de Matías Romero, donde el Delegado del gobernador Alí Murat es quien cuando presidente municipal se construyó el Hospital Regional con Especialidades de la zona norte del Istmo de Tehuantepec que nunca fue porque hoy es un elefante blanco de 12 años.
AMLO dijo fue situado en un lugar donde no era factible su operación. Pero el saqueado y abandonado antiguo Hospital de los Ferrocarriles, que a la extinción de la empresa pasó a ser activo del IMSS, podrá rehabilitarse al menos como Hospital Covid y atender la impotencia sanitaria de los 7 municipios de la zona norte istmeña.
Hay que decirlo, en el pecado llevamos la penitencia, porque no nos son ajenos los fallecidos que al enfrentar el mal no disponen del avión o la ambulancia y menos el pase para la recepción y atención inmediata y traslado al nivel hospitalario militar o privado.
— Tampoco tienen los recursos ni la prontitud y prioridad para la prueba y hospitalización que en los otros se ha vuelto común para la imagen política.
La mudez, ceguera y sordera de los micos sabios, no podrá borrar la realidad de los Municipios de la Esperanza que con la nueva normalidad sin miedo reactivaron su economía para que el Tren AMLO no fuera detente en la firma del T-MEC.
— Y son estadística de la Nueva Mortalidad regulada por un semáforo cuyas luces roja, amarilla y verde parecieran mandar señales para control del tráfico viral,
— Por eso le digo.
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