Redacción, MX Político.- “Le presenté al bloque opositor la lista de siete candidatos que habíamos consensuado en nuestro grupo y ellos me reviraron con opciones totalmente distintas”, recuerda Mario Delgado, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados. Se discutían los nombres de quienes serían los cuatro nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), obligadamente dos mujeres y dos hombres.
“La negociación estaba muy tensa, llevábamos muchas horas platicando”, acota el también coordinador del grupo parlamentario de Morena, quien se dispone a contar los entretelones de las pláticas con los coordinadores del PAN, PRI, MC y PRD. “Siempre actuaron como bloque, pero el más duro fue Acción Nacional. Llegué a pensar que no se sumarían al acuerdo”.
Pero la historia tras la elección de los consejeros había empezado mucho antes de la noche del martes 21.
Coinciden Mario Delgado y Tonatiuh Bravo Padilla, coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, en lo esencial de la relatoría.
Con la coincidencia de tener un INE confiable arrancó el proceso entre Morena y sus aliados (PT, PES y Verde) y por el otro el llamado bloque opositor. El siguiente avance fue armar por unanimidad los términos de la convocatoria para la elección de los miembros del Comité Técnico de Evaluación (CTE) de los candidatos. También lo hicieron.
Formado por siete integrantes, tres de ellos los decidiría la Jucopo, dos el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y dos la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Los ocho partidos representados en San Lázaro estuvieron de acuerdo en que los tres que les correspondían nombrar fueran el jurista Diego Valadés Ríos, la académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Blanca Heredia Rubio y la directora de El Colegio de México, Silvia Elena Giorguli Saucedo.
El Inai propuso al también académico del CIDE José Rendón Xopa y a la investigadora Ana Laura Magaloni Kerpel, y la CNDH en primera instancia a la exconsejera electoral del entonces Distrito Federal, Carla Astrid Humphrey Jordan y al politólogo John M. Ackerman. Ante la declinación de Humphrey, quien anunció que prefería participar como aspirante a consejera, se incluyó a la periodista Sara Lovera.
El nombramiento de Ackerman fue impugnado por MC y el PRD, dada su afinidad con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T. El caso llegó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que desechó el recurso. Ackerman se integró al CTE.
La Jucopo y el CTE construyeron las reglas y la metodología bajo la cual operaría este último. Una vez consensuadas se inició propiamente el proceso de elección de los 20 aspirantes finalistas, pero ya sin la participación de los partidos políticos.
El CTE definió preguntas, reactivos, exámenes, entrevistas, revisó historiales laborales y académicos y operó los primeros filtros. Avanzó todo por consenso hasta que llegó a los 20 finalistas y los presentó públicamente distribuidos en las cuatro quintetas: dos de mujeres y dos de hombres.
En ese acto público, el jueves 16, difundido de manera virtual, el proceso se empezó a enturbiar. Ackerman externó su inconformidad con la lista de los 20 y con la integración de las quintetas; descalificó con nombres y apellidos a cinco de los elegidos: Javier Aparicio, Alma Eunice Rendón, Lulisca Zircey Bautista, Carla Astrid Humphrey y Jessica Rojas Alegría.
Blanca Heredia replicó y aseguró que de los 20 aspirantes, 17 habían sido seleccionados por unanimidad y tres por mayoría (un hombre y dos mujeres).
Delgado y los coordinadores del PAN, PRI, MC, Verde, PES y PRD avalaron el trabajo del CTE y la integración de las quintetas. El del PT se deslindó.
Después, tres de los aspirantes que no aparecieron entre los finalistas –Diana Talavera, cuya postulación fue defendida por Ackerman; Armando Hernández Cruz, presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, y Dora Rodríguez Soriano, consejera del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones– se inconformaron ante el TEPJF, que desechó sus recursos.
El domingo 19, alrededor de 70 diputados de Morena y el PT pidieron a Delgado que en su papel de presidente de la Jucopo repusiera la elección de los 20 finalistas y la integración de las quintetas.
Delgado manifestó vía Twitter que el proceso seguía adelante y así fue.
Desde las ocho de la mañana y hasta las siete de la noche de ese domingo 19, junto con los otros siete coordinadores, había entrevistado la Jucopo a los 20 aspirantes finalistas.
Los siete coordinadores, a excepción del PT, coincidían en que ninguno de esa veintena de candidatos les parecía mal, que había sido un muy buen proceso de selección del CTE y que llegaban a esa etapa en un proceso inédito en el que no se dieron las cuotas ni se incluyó a los cuates, puntualiza Tonatiuh Bravo en entrevista con Proceso.
Pero tanto el grupo representado por Delgado como el del PAN, PRI, MC y PRD prepararon sus propuestas basados en los que veían menos mal y en los que tenían menos antecedentes de cercanía con uno y otro bando, relata el emecista.
–¿La negociación con el bloque opositor fue más complicada que la que tenía al interior de su grupo con la rebelión de una parte de Morena y el PT? –le plantea Proceso a Delgado.
–La rebelión estaba en las dos pistas. Tensa y complicada con mi grupo y también con el bloque opositor.
–¿Cómo fue que salvó la rebelión de alrededor de 70 legisladores de Morena y el PT que pedían que se repusiera el proceso de la integración de las quintetas?
–El PT hizo la petición formal de que se repusiera la última etapa, la de las quintetas, y lo que hicimos fue solicitar una consulta jurídica a la Cámara de Diputados y ahí nos explicaron, entre otras cosas, que el proceso tenía plazos clave y que la función del CTE desaparecía una vez entregadas las quintetas. Por lo tanto ya no había a quien dirigirle la petición de reconsiderar las quintetas y no quedó otra opción que continuar.
–¿Fue el momento más complicado de este proceso?
–Sí, porque habíamos puesto las reglas, seleccionamos a los integrantes del comité, fijamos criterios de selección… en fin, todo el proceso por consenso.
“Pero lo que realmente empezó a distender los ánimos, cuando menos en Morena, fue que después de una revisión de los currículum, de sus perfiles, la Jucopo entrevistó en vivo durante todo el domingo 19 por el Canal del Congreso a los finalistas. Ese fue el primer contacto directo de los grupos parlamentarios con los candidatos”.
Después de esa plática, comenta Delgado, invitó a su grupo parlamentario a que hiciera una votación sobre dos candidatos por cada quinteta “y de esta manera llegamos a los siete nombres que desde nuestro punto de vista nos generaban confianza”.
–Además de Carla Astrid Humphrey, Norma Irene de la Cruz Magaña, Martín Faz Mora y Uuc-kib Espadas Ancona, ¿quiénes eran los otros tres que se incluían en la lista de Morena? –se le pregunta a Delgado.
–De la quinteta uno, Rita Bell López, consejera de Instituto Electoral de Oaxaca; de la dos, Lulisca Zircey Bautista Arreola, asesora en el INE; de la tres, Luis Octavio Vado Grajales, consejero electoral en Querétaro, y en la cuatro hubo mucha coincidencia con Uuc-kib Espadas Ancona.
Ya con la negociación concluida, la Jucopo ofreció una conferencia conjunta en la que anunció que votaría a favor de la cuarteta y siete de ellos subrayaron que se había llegado al final de la elección, cumpliendo el compromiso inicial de que no habría en los nuevos consejeros “cuotas ni cuates”.
A la sesión camaral se registraron 409 legisladores. Se requería la mayoría calificada para aprobar la cuarteta. La votación final sería de 399 sufragios a favor, cinco en contra y cinco abstenciones. Los 10 sufragios que rompieron la unanimidad fueron de legisladores de Morena.
El jueves 23 los cuatro nuevos consejeros tomaron protesta en el INE. Entrarán en funciones este lunes 27 y su periodo concluirá el 26 de julio de 2029.
Jam