* El futuro no es incierto. Está en algunas de las cláusulas laborales del TMEC cuya puesta en operación enorgullece a nuestros gobernantes. La producción de petróleo cede su lugar a la fuerza de la mano de obra, quizá no tan barata como se pretendía, pero ya constataremos la reacción de los empresarios que evaden impuestos y carecen de responsabilidad social
Gregorio Ortega Molina
Obvio no regresamos a la época de la peste negra, de la ausencia total de higiene. El daño que se adueña del mundo está entre nosotros, es el de siempre: los depredadores (económicos) que viven de los débiles, se alimentan de su carne y/o su trabajo.
Imposible evitarlo. Puede posponerse y quizá modificarse la manera de entregar la libertad y el cuerpo, pero invariablemente llega. La mejor manera de describirlo está en Garras. Es el resumen de Wikipedia: “The Ghost and the Darkness (en España: Los demonios de la noche; en México El Fantasma y la Oscuridad; en Argentina y Chile Garras) es una película que relata una historia verídica acontecida en la región del Tsavo, Kenia, en 1898. Protagonizada por Val Kilmer y Michael Douglas, el largometraje relata el ataque de dos leones a los obreros británicos durante la construcción del ferrocarril en el continente africano”. El avance del modelo económico exige sacrificios.
Por lo pronto Pemex tiene un monto de endeudamiento y otros pasivos que la exponen a restricciones de liquidez. La empresa que fue emblema del orgullo de ser mexicano, no podrá obtener financiamiento en términos favorables, se afecta negativamente su condición financiera, sufrirá para honrar puntualmente sus adeudos y, en última instancia, se reduce su capacidad de operación.
Dice la información de La Jornada: “En una comunicación a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), el regulador del mercado financiero de aquel país, Pemex destacó que, junto con su pesada carga impositiva, la mayor competencia del sector privado ha tensado aún más nuestra capacidad de generar flujos de efectivo positivos, advierte.
La más importante empresa productiva del Estado arrastra una deuda superior a 104 mil millones de dólares, de acuerdo con sus más recientes informes financieros.
“En el documento, en el que se informa la estrategia para alargar una parte el perfil de vencimiento de deuda hasta 2060, Pemex reconoce: Tenemos una cantidad sustancial de deuda, en la que hemos incurrido principalmente para financiar los gastos de capital necesarios para llevar a cabo nuestros proyectos de inversión de capital.
“Informes de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) señalan que, en los primeros cinco meses del año, los ingresos de Pemex se desplomaron 45.7 por ciento con respecto del mismo periodo de 2019; entre enero y mayo de 2020 los ingresos de Pemex sumaron 185 mil 963 millones de pesos, contra 342 mil 672 millones obtenidos en el mismo lapso del año anterior.
“Pese a esta caída en los ingresos petroleros de Pemex la compañía registró un incremento en su gasto total de 16.1 por ciento en el mismo plazo, al pasar de 163 mil 756 millones de pesos entre enero y mayo de 2019 a 195 mil 940 millones en el mismo lapso de 2020.
“De acuerdo con el prospecto, se plantea un intercambio de deuda de 2 mil 360.4 millones de dólares para extender su vencimiento en 2027; otro tramo por 4 mil 420.8 millones para 2030 y 3 mil 800 millones para 2031. También se pretende extender deuda por 8 mil 66 millones con vencimiento en 2050 y otros 3 mil 800 millones de dólares con vencimiento en 2060”.
El futuro no es incierto. Está en algunas de las cláusulas laborales del TMEC cuya puesta en operación enorgullece a nuestros gobernantes. La producción de petróleo cede su lugar a la fuerza de la mano de obra, quizá no tan barata como se pretendía, pero ya constataremos la reacción de los empresarios que evaden impuestos y carecen de responsabilidad social.
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