Francisco Gómez Maza
• Cesarán al director de PMI Comercio Internacional
• Pondrán a incondicionales de la trasnacional BlackRock
El gobierno de Peña no surca el mar sino vuela y vuela como una águila arpía, no como un velero bergantín, rumbo a la total privatización de Petróleos Mexicanos, la insignia de la “modernización” de la economía nacional.
José Antonio González Anaya, su director general en Pemex, no va a permitir que no se hagan las cosas “bien y rápido” porque de la privatización de la empresa depende su modernización al estilo Peña Nieto y su reubicación entre las más poderosas petroleras del mundo, así como ubicación en el mercado internacional.
Por ello, para poner las condiciones óptimas para que los poderosos inversionistas del exterior se fijen en Pemex, como una empresa de primer mundo que sabe cómo salir de un atolladero espantoso y volver a ser la empresa productiva y exportadora de petróleo y gas y gasolinas, entra otros subproductos del petróleo, González Anaya está actuando con mano muy dura al interior de la estructura del corporativo.
El colega Miguel Badillo acaba de ofrecer una primicia a los lectores de su revista Contralínea y a los internautas de la Web. Siempre dando primicia ese periodista ejemplo de periodismo comprometido con las causas justas y verdaderas: Un reporte firmado por su reportera Nancy Flores revela que:
En Petróleos Mexicanos (Pemex) preparan un cambio de rumbo para la filial que maneja los multimillonarios recursos obtenidos por las ventas de hidrocarburos en el extranjero: PMI Comercio Internacional. Y es que a escasos 9 meses de haber sido nombrado como su director, el maestro en ciencias computacionales Jorge Sánchez Santiago prácticamente tiene un pie fuera de la filial.
El asunto se debate tanto en el equipo cercano a González Anaya como entre los miembros del Consejo de Administración de PMI; y, según fuentes internas (presuntamente consultadas por Flores) el anuncio podría darse en los próximos días. (Le tocarán las golondrinas a don Jorge, porque manejar los ingresos de la empresa no necesariamente es igual a manejar las APP de un equipo de cómputo.
En la discusión, siempre de acuerdo con el informe de Contralínea, se ha posicionado un nombre para sustituir a Sánchez Santiago. Se trata de Isaac Volin (ojo), quien en mayo de 2010 asumiera la dirección general de BlackRock México, empresa ligada a los negocios financieros de Pemex, y que actualmente se desempeña como consultor de Akya.
Las fuentes consultadas por Agenda de la Corrupción observan que la permanencia de Sánchez Santiago al frente de PMI es frágil, pues no ha sabido responder a las exigencias de Pemex Corporativo ni sacar adelante proyectos multimillonarios que quedaron pendientes desde la pasada administración, que encabezó José Manuel Carrera Panizzo.
Ello, a pesar de que la filial ya no es vigilada prácticamente por ninguna autoridad ni órgano de control, pues con la reforma energética dejaron de tener facultades de fiscalización tanto la Secretaría de la Función Pública como la Auditoría Superior de la Federación.
En caso de confirmarse, la incorporación de Volin a PMI podría fortalecer aún más las relaciones entre Pemex y BlackRock, que ha financiado proyectos faraónicos de la petrolera a cambio de rentabilidades garantizadas.
De acuerdo con las fuentes, el objetivo de Volin sería agilizar aquellos proyectos que Sánchez Santiago no ha logrado concretar. Entre ellos, los ductos Golfo Centro, Transoceánico –con su escollera de 2 mil millones de dólares– y Norte. Además, aumentaría la inversión en acciones y compra de empresas, tipo Fertinal y Agronitrogenados.
La relación de BlackRock con Petróleos Mexicanos se inició y se fortaleció en 2015. En marzo de ese año se daba a conocer la primera firma de un acuerdo para que ese fondo privado trasnacional, junto con First Reserve, invirtiera en el gasoducto Los Ramones II.
Firmado entre la filial PMI, BlackRock –considerada como la mayor gestora de activos del mundo– y First Reserve –la mayor firma de inversión de capital privado en el sector de energía–, dicho acuerdo les permitió adquirir una participación combinada de 45 por ciento (equivalente a aproximadamente 900 millones de dólares) en el proyecto.
La construcción del gasoducto es uno de los proyectos más importantes del sector de gas y petroquímica básica, pues, con una extensión de 744 kilómetros, garantizará el suministro de gas natural a la industria nacional.
De acuerdo con el boletín de prensa emitido por la petrolera, se trató de la primera inversión en infraestructura de BlackRock en el país. “La firma tiene la intención de establecer una mayor presencia en México”, afirmaba Pemex.
Así fue. Para el 1 de junio de 2015 ambas empresas acordaron un memorándum de entendimiento para acelerar el desarrollo y el financiamiento de proyectos de infraestructura energética estratégicamente prioritarios. Éste fue firmado por el director corporativo de Finanzas de Pemex, Mario Beauregard, y por el director global de BlackRock Infrastructure, Jim Barry.
También participó Carrera Panizzo, que para entonces ya fungía como director corporativo de Alianzas y Nuevos Negocios de la petrolera, y quien durante la firma declaró que con ésta se impulsarían nuevos proyectos con soluciones de financiamiento eficientes, “en los que BlackRock aportará su experiencia financiera, su capacidad de manejo de riesgo y sus fuentes de financiamiento”.
Dos meses después, el 29 de julio, era el Consejo de Administración de Pemex el que ampliaba aún más esta relación. Ese día “autorizó la alianza estratégica, que no implica recursos de inversión, entre Petróleos Mexicanos e Impulsora y Promotora BlackRock México, SA de CV, a través del establecimiento de una oficina conjunta de administración y estructuración de proyectos, para lo cual se deberán suscribir al efecto los actos jurídicos que resulten necesarios, cumpliendo con las disposiciones legales aplicables”.
Lo anterior, “con fundamento en lo dispuesto por el artículo 3, fracción XXVI, de la Ley de Petróleos Mexicanos”, se lee en el acta de la sesión ordinaria 895 de dicho Consejo.
Para el 30 de octubre de ese mismo año, Pemex anunciaba el inicio de la primera fase de desarrollo del Proyecto Golfo Centro, para el suministro de gasolinas y diésel del puerto de Tuxpan, Veracruz, al centro del país.
De acuerdo con la información oficial, la inversión se estimó en 700 millones de dólares. “La estructuración financiera se hará en conjunto con BlackRock, lo que representará la primera estructuración financiera derivada del memorándum de entendimiento firmado en mayo pasado [2015] con dicha entidad”, informó la petrolera.
Si a PMI llega Volin, quien conoce las entrañas de BlackRock, ¿qué más podemos esperar? (Hasta aquí la versión confiada por fuentes petroleras a la reportera de la revista de Contralínea.
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