La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En efecto, estando en el ‘bote’ les van a hacer los mandados
Finalmente, todos los trascendidos sobre lo que Emilio Lozoya iba a declarar respecto del affaire Odebrecht, quedaron formalizados en una denuncia de hechos ante la FGR. El delator, afirma que todas las raterías que hizo, fueron por órdenes del ex presidente y del ex ‘vicepresidente’, Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, respectivamente.
Aparte de los dos ‘peces gordos’, hay otros medianos (panistas, básicamente), que saldrán implicados, además, el daño llegará hasta Felipe Calderón, ya veremos qué tanto.
En este contexto, a simple vista, pareciera que hay objetivos distintos entre lo que persigue el presidente López Obrador y el fiscal Gertz Manero.
Mientras el primero tiene un TOC con el michoacano, don Alejandro tiene la mira centrada en el mexiquense y su asesor de cabecera. Cabe señalar que como responsable del caso, el abogado tiene a Lozoya por los tomp…perdón, el sartén por el mango.
Lo deseable de todo esto es que, agregado al espectáculo, la Fiscalía tenga elementos sólidos para hacer historia, en el sentido de procurar justicia trátese de quien se trate.
De quedar todo en un parto de los montes, la decepción colectiva será proverbial. Se debe aplicar la ley más allá de resentimientos e intereses electorales. Un castigo severo a los corruptos, es mejor disuasivo que las consignas morales.