La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Se trata de corregir las causas, no de criminalizar los efectos
Sin duda, Claudia Sheinbaum Pardo, es uno de los mejores cuadros, hechura de Andrés Manuel López Obrador, con los que cuenta la 4T, tiene experiencia administrativa y una sólida formación académica. Además, queremos suponer, sensibilidad política.
Ponemos en duda la parte final del anterior comentario, por lo que informó la funcionaria, en el sentido de que una empresaria de nombre Beatriz Gasca Acevedo, financia a las feministas que tienen tomada la CNDH.
Es decir, al hacer pública la existencia de un patrocinio (aportación dirían ellos), a las inconformes, Sheinbaum deja entrever que se trata de una movilización pagada, o sea, la misma cantaleta de YSQ, cuando afirma que toda muestra de disgusto es politiquería.
Lo que los integrantes del gobierno federal parecen olvidar, es que todo fenómeno de protesta implica un costo (comida, transporte, propaganda, etc.), pero el origen de los mismos, no necesariamente tiene un carácter mercenario, la gran mayoría cuentan con una base de legitimidad incontrovertible. Los de la ‘industria de la protesta’ están identificados.
Así pues, el malhumor de las feministas, está justificado por el aumento de la violencia de género, no es un invento complotista, que algunos se trepen en la ola, es otro asunto.
No señoras y señores de la 4T, la historia no llegó a su fin, las desigualdades siguen aquí.