La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Frente a ellos, Sísifo resulta un mito racional
Aunque desde las épocas del PRD, el tribalismo político ha sido una de las características de la ‘nueva izquierda’ mexicana, lo que ocurre en MORENA, no deja de sorprender.
Podríamos suponer, que la amargura derivada de los fraudes electorales que le enderezaron al perredismo, los hacía inestables emocionalmente, pero lo de hoy, es inconcebible.
Con un poder acumulado que no se había visto en décadas, el brazo político de la 4T, está envuelto en una disputa encarnizada por el control del partido, a grado tal, que las posiciones se han vuelto irreconciliables.
Con una gobernanza de mentiritas (doña Olga no sabe), la vida interna de MORENA, es un mini laboratorio de la polarización que hay en el país: entre ellos mismos se destrozan.
En más de un año, no han podido renovar el CEN. Polevnsky, tuvo que ser expulsada por una asonada encabezada por Ramírez Cuellar. Cuando ya se perfilaba Mario Delgado como opción viable, entra Porfirio para descontar con ferocidad a Marcelo, pero en la otra esquina, se mete el rudo Ackerman y tunde a Muñoz Ledo, Monreal les echa agua fría, pero no funciona. Para coronar la escena, YSQ, le dice al interino que es un lidercito.
Sin embargo, el pleito en serio, vendrá con la selección de candidatos para el 2021. Para ello, el Tlatoani tendrá que echar mano de Santiago ‘Herodes’ Nieto: se chingan o se joden.