Historias para Armar la Historia
Ramsés Ancira
“Lo que polariza, paraliza” dijo el más experimentado de los políticos mexicanos en activo, Porfirio Muñoz Ledo, aunque luego no pudo evitarlo y amenazó con expulsar de Morena al más prominente secretario de Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, por la cercanía del canciller con Mario Delgado, quien ya coordina la bancada de diputados de Morena y ahora aspira a presidir el partido.
En otro frente, el presidente prepara una iniciativa de ingresos que muchos contadores consideran terrorismo fiscal.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Supongamos que se aprueban nuevas atribuciones al SAT, tal como poder ir al domicilio de los contribuyentes para tomar fotos y videos en caso de que alguien sospeche que no declaró correctamente sus impuestos.
Si en el famoso Instituto para Devolverle al pueblo lo Robado hay corrupción, cómo lo denunció su efímero director Jaime Cárdenas, y se ofrecía información privilegiada a los subastadores, le sustraían piedras preciosas a las joyas y traficaban con obras de arte ¡imagínese cuántas filtraciones podrían ocurrir si los inspectores comisionadas por el SAT toman video de su casa! ¿Qué nos garantiza que esta información no será vendida a la delincuencia organizada que estará perfectamente al tanto de las medidas de seguridad en casas, oficinas y demás domicilios fiscales?
Una nueva ola de robos, secuestros y homicidios sacudiría al país. ¿Quiénes serían los responsables? Los diputados de la mayoría parlamentaria que hoy encabeza Mario Delgado, pues estos serían los que aprobarían la violación constitucional al aprobar la Miscelánea Fiscal 2021, que permite estas grabaciones ¿Volvería a votar por ellos?
Una de las primeras escenas de la serie de ficción documental El Chapo mostraba una secuencia en la que el ficticio “Señor Sol” se roba unos archivos. Con esta información confidencial lograba infiltrarse a los sucesivos regímenes presidenciales, fueran priistas, panistas o nuevamente priistas.
En el libro “García Luna, el señor de la Muerte”, del periodista Francisco Cruz y editado por Planeta, se narra como Genaro García Luna se hizo primero de los archivos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional donde estaban las fichas de todos los políticos, capos del crimen organizado y jefes de los cárteles de drogas. Los expedientes incluían informes sicológicos e incluso problemas sexuales e infidelidades de los investigados.
Esta información, según el autor del libro, le permitió ganarse la confianza del presidente Vicente Fox, quien tenía muy poco conocimiento de las entrañas del poder. Así fue como en su primer año de gobierno creó la Agencia Federal de Inteligencia que puso al mando a García Luna. Luego Felipe Calderón le dio el cargo de Secretario de Seguridad Pública.
Sirva esto como ejemplo de que la información es poder, y este poder puede ser empleado para cometer delitos. Imagínese ahora con mil personas comisionadas por la Secretaría de Hacienda que tienen en su poder videos tomados en celulares o incluso cámaras profesionales susceptibles de ser hackeados por delincuentes.
Cierto, las auditorías siempre han existido, pero de lo único que se podía sacar copia era de facturas o documentos. Ahora los auditores tendrán en su poder imágenes de casas, joyas, muebles, que en el mejor de los casos pueden ser robados por la delincuencia organizada, sino es que, vendidos por los propios funcionarios, porque a pesar de lo que diga el presidente López Obrador y como lo demostró el efímero director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, la corrupción no desaparece por acto de magia, ni por la voluntad presidencial.
A principios del sexenio, la Secretaría de Hacienda presentó una iniciativa realmente valiosa. Todas las compras con tarjeta de crédito o débito harían que se generara automáticamente una factura. Esto permitiría deducir el IVA y los impuestos correspondientes. Cómo no se llevó a cabo ahora llegan correos electrónicos donde supuestamente se manda el PDF y CFDI, de una compra, pero al descargarlos se puede introducir un virus que se roba nuestras claves y cuentas.
Una vez que se acabaron los fideicomisos y con la crisis que nos ha dejado la pandemia de COVID-19, la Secretaría de Hacienda va a tratar de sacar dinero de donde se pueda. Los bancos tienen que reportar todas las operaciones en las cuentas personales.
Imagínese este otro escenario, una familia de cualquier estado de la República tiene a su hijo estudiando en alguna universidad de la Ciudad de México. Para subsistir le manda 10 mil pesos mensuales con los que tiene que pagar renta, comida, transporte y materiales escolares.
Como no son propiamente ingresos, esta persona no tiene idea de que debe declararlos. El SAT podría congelarle su cuenta bancaria mientras averigua cuál es la procedencia del dinero. Este estudiante no tiene su correo registrado en Hacienda, de manera que no lo pueden notificar, así que de repente le congelan su cuenta.
O suponga que es al revés. Un hijo que ayuda a su madre viuda, y que no tiene pensión, o a la que le mandan dinero de Estados Unidos ¿El SAT podría suponer que se trata de dinero ilícito?
Bien ¿y entonces que tiene que ver esto con quien sea el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional? Obviamente, quien con razón suponga que se viola el artículo 4to. Constitucional que finaliza con estas palabras “Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial”, acabará por desconfiar de Morena. Por otra parte, el SAT está facultado para realizar embargos precautorios, de manera tal que mientras se averigua cual fue la fuente de los ingresos, la persona podría ver su cuenta congelada.
El Artículo 13 de nuestra Constitución dice “—Nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales”, y el 14 “Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades”.
Sin embargo, en el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado se subastaron bienes que estaban sujetos a resoluciones judiciales pendientes y el SAT ha congelado cuentas sin previo aviso a los supuestos evasores, como fue el caso del cantante Enrique Guzmán.
Si Mario Delgado utilizó dinero de la Cámara de Diputados para pagar espectaculares o su campaña a la presidencia de Morena y además aprueba la Miscelánea Fiscal con reglas presuntamente violatorias de las garantías individuales ¿Qué confianza puede brindar como representante del Partido del presidente de la república?
Delgado encabezó la cancelación de fideicomisos, que es cierto, en muchos casos no eran transparentes, pero al mismo tiempo suprimió otros que permitían a los científicos conseguir financiamientos del Banco Mundial, de la Unión Europea y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Tan solo el CIDE y el CINVESTAV tenían en curso 24 proyectos de investigación sobre el COVID, cuyo progreso ahora está en duda. Menos recursos para la ciencia favorecerán la “fuga de cerebros”
Más que una contienda democrática, la batalla por la presidencia de Morena parece un palenque, una pelea de gallos. También tiene apostadores como John Ackerman quien escribió: “El embajador en la Unión Europea durante el sexenio de Vicente Fox ha llamado ‘hipócritas’, ‘lambiscones’ y ‘golpistas’ a sus compañeros de bancada en la Cámara de Diputados”. Además, acusó a Muñoz Ledo de “férreo opositor al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador”.
No habría que olvidar que Muñoz Ledo fue junto con Cuauhtémoc Cárdenas el promotor del rompimiento del PRI, lo que permitió que la izquierda ganara la gubernatura de la Ciudad de México y ahora la presidencia de la República. Que a sus ochenta y tantos años, no puede aspirar a ocupar otros cargos públicos y que dejar como legado un partido decente y respetuoso de las leyes, con poderes independientes, y no subordinados al Ejecutivo será una de sus mayores prioridades.
Es cierto que un presidente que cuenta con el apoyo mayoritario de su Congreso, tiene mayores facilidades para gobernar, pero la concentración de los tres poderes es, ya no digamos propia del comunismo o del socialismo, que son términos muy pasados de moda, pero sí del Estalinismo porque, recordemos, el poder absoluto, corrompe absolutamente.