Sería una quimera pensar que, en los Estados Unidos de Norteamérica por tratarse de la nación democrática más añeja, la rivalidad entre partidos opositores debiera ser más sustanciosa, no pelea callejera, tretas, ardides, escaramuzas sucias, actividades deshonestas con tal de afectar al contrincante.
El día 3 pasado, Nancy Pelosi líder de la minoría en el congreso, declaró que Hillary Clinton es el candidato del partido demócrata con mejores calificaciones para ser nominada para las elecciones presidenciales del 2016.
De inmediato los republicanos se le fueron a la yugular reviviendo el ataque terrorista al consulado estadounidense en Benghazi, Libia, a pesar de que la víspera, 4 estados de la unión respaldaban la moción de la representante por California.
A partir de ese día la herida que no termina de sanar, por los contradictorios acontecimientos en donde perdiera la vida el embajador y tres funcionarios del consulado, ocupa los titulares de los principales diarios y consume infinidad de tiempo aire en las televisoras, empañando la virtual nominación de Hillary Rodham Clinton para el 2016. El motivo, su presunta falta de acción para evitar la tragedia.
La otra cara de la moneda la representa la enjundia con la que el IRS, Internal Revenue Service, (equivalente a la recaudación fiscal de la SHCP) ha venido auditando a miembros del Tea Party, del grupo Patriot, y aquéllos republicanos relevantes opositores al presidente Obama.
Pareciera que el destape, de ex secretaria de estado; ex primera dama, durante dos términos, es prematuro, sin embargo, para como se cuecen las habas por estos Lares apenas tiene el tiempo suficiente para recaudar fondos para realizar una campaña con “toda la pata”, en especial cuando los republicanos en los próximos comicios presidenciales echaran la casa por la ventana, puesto que no están dispuestos a estar fuera de la Casa Blanca otros 8 años mas.
La mancuerna Clinton- Kerry, (el actual secretario de estado John Kerry) en papel se ve atractiva, ganadora, carismática, incluye a dos políticos de altos vuelos, ambos respetados por el electorado en general.
El historial de la señora Clinton es de mas conocida, sólida e impecable. El caso del ex senador por Massachusetts, candidato a la presidencia en las elecciones del 2004 en contra del republicano George W. Bush.; fundador de Keeping America’s Promise, un tipo de organización para apoyar a candidatos en campaña y, presidente de diversos comités en el senado, al fin… viejo político sin mancha aparente.
Es cuestión de tiempo, de observar como se desarrollarán los ataques durante las próximas semanas. Lo razonable es que el fantasma del IRS, baje el tono de la animadversión republicana contra la ex secretaria de estado por los sucesos en Benghazi.