RELATO. DIARIO DE ANTHONY
1:59 p.m. Imagino que “mi vida” es una película… Un día, un hombre adulto se pone a contarle a su hijo “mi historia”. El hombre le va relatando
CADA acontecimiento “de mi búsqueda”, de mi camino “en este valle de lágrimas llamado “mundo”.
…Al final, de repente, el padre calla, o deja de narrar. El niño entonces aprovecha este espacio para… Mirando a su padre, con esa mirada tierna e inocente, entonces abre su boquita para preguntar: “Y… ¿encontró a su padre?” El hombre, lentamente mueve su cabeza hacia él, y entonces, sonriéndole, le responde: “¡Sí!” “¡Sí lo hizo!”
¡Dios mío! Ahora estoy LLORANDO, ¡pero de pura felicidad! Y es que, ¡AL FIN TENGO UN PADRE QUE ME AMA! Y él, ¡al fin tiene UN HIJO, QUE LO AMA Y LO ADMIRA LO INDECIBLE!
Veo las fotos, ¡y el cuadro que él me regaló para colocarlas allí!, y, ¡y no lo puedo creer! ¡Ya le he puesto 4 fotos! Las imprimí ayer, y anteayer. ¡Son mis primeras fotos! Las que alguna vez me tomaron, cuando yo era niño y adolescente, ¡las rompí! y; no necesito explicarte el por qué, ¿verdad?
Papá y Yo… Lo veo y no lo creo. Todo me parece parte de una película. Y es que, ¡es tan bueno como para que sea real! Y yo, ¡siempre te dije que ¡solamente! en las películas podían SUCEDER COSAS GRANDIOSAS!, sí; pero lo que ahora me sucede es indeciblemente GRANDIOSO.
¡Al fin lo tengo a él! Y, aunque sigo teniendo dolor… Ahora mismo que te escribo, siento presión en los ojos, ¡pero… estoy bien! ¡Y no puedo dejar de escuchar!: “The Keeper of The Stars”. Es una versión diferente a la original (De Tracy Byrd). . Y, ¡me hace llorar tanto!, sí, ¡pero de pura felicidad!
“Mon Bebé”; así suele llamarme Papá. Dice que es porque le gusta cómo suena. Es como si dijera “Mi bebé”. Y yo lo llamo “Mon Papá”. Y también suena BIEN.
¡Dios! Y, ¡también tengo un Tío…! Los dos han sido ¡tan buenos conmigo! Tío es quien me proveyó la cortisona en crema y… Ah. ¡Si yo te contara!
Él me regaló una mochila, que ahora adoro. Es una mochila de color azul índigo, que su tela asemeja ser mezclilla. También me regaló un short bermuda, ¡que no tienes idea de cómo me gusta! Es de color… No sé qué tono sea. Es como amarillo obscuro.
Registro TODO ESTO, porque siento que “es mi deber y obligación”. Ahora –hoy- estoy aquí. Sigo en la lucha, sigo hacia adelante… ¡Ellos dos son mi segunda FAMILIA! Ellos dos son LO MEJOR que a mí ha podido sucederme.
Los tres formamos un equipo de trabajo, ¡también! Juntos hemos ido -y estado- en Calkiní, Campeche, Progreso, y Campeche (la ciudad). Y solamente en este último lugar Papá no estuvo todo el tiempo con nosotros… Durante los tres –casi cuatro- días que estuvimos en Campeche, él vino a vernos a la casa donde Tío y yo trabajábamos.
En domingo, ya en la noche, vino para cenar con nosotros. ¡Trajo una pizza! Tío entonces me miró a su manera, y ¡entonces me dijo!: “¡Te saliste con la tuya!” Y es que, ese mismo día, cuando Papá vino a la casa, como a eso de las tres de la tarde, antes de irse, nos preguntó: “¿Qué quieren para cenar?” Yo, siendo el niño de la casa, enseguida respondí: “¡Pizza!”
¡Dios! ¡Qué escena! ¡Nosotros tres sentados a la mesa! La lámpara de mimbre de luz amarilla sobre nuestras cabezas… Luz de hogar, ¡dulce hogar! ¡Luz de unión, luz de familia feliz!
No sé qué más decir. Esto NO ES TODO, pero… al menos ya he podido CONTARTE un poco sobre TODO ESTO GRANDIOSO… “¡Mon Papá!” Gracias Pa… y, Gracias Tío. A LOS DOS, LOS AMO LO INDECIBLE. 2: 30 p.m.
Anthony Smart
Octubre/11/2020