La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En política el proyecto se puede romper por lo más Delgado
El triunfo de Mario Delgado, para encabezar el CEN de MORENA, implica una derrota para el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, porque fue de fama pública que financió (¿de dónde salió el dinero?), la campaña de Porfirio Muñoz Ledo.
Con intuición fallida, el Cui nunca entendió los mensajes cifrados de su jefe político y se dejó embaucar por su asesor de cabecera, que le prometió una carambola de tres bandas y acabaron embuchacados los dos.
El asunto no es menor, en virtud de que el mandatario lanzó al ruedo a su amigo, Esteban Ramírez Zepeta, para hacer campaña (pirata, porque no hay proceso para renovar el Comité Directivo) y con ello, intentar tomar por asalto la dirigencia estatal de MORENA.
Así las cosas, la lógica indica que Delgado no fomentará la política de compadrazgos del góber sabadaba, por lo que su imberbe protegido, quedará como un guía nonato.
En este contexto, en 2021, la disputa será por el control de las candidaturas, tema en el que, por su mal tino, el ingeniero García no tendrá mano, lo que le impedirá construir un proyecto sucesorio exitoso.
Con las elecciones iniciadas, a la 4T local no le conviene seguir moviendo el avispero, por lo que, si todavía les queda algo de sensatez, deberán trabajar con los cuadros empoderados que lideran su partido, claro, sino quieren repetir las experiencias de Coahuila e Hidalgo.
En fin, apostaron, perdieron y ahora tienen que pagar. La kilométrica curva de aprendizaje.