Se espera que la iniciativa a La Ley de Inmigración sea aprobada esta semana por el Senado. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ahora quiere ser amigo de su peor enemigo el Imperio del Norte.
Ante cualquier pronóstico en contra, el “Grupo de los 8 Senadores Bipartidistas” presentaron, a tiempo y en forma, el proyecto de ley que elaboraron al pleno del senado para su aprobación. A la vez, deberá buscar el consenso de la versión para que la apruebe la Cámara de Representantes de mayoría republicana, por lo que se asume, que el plan de reforma migratoria encuentre mayor oposición.
Sin embargo, en la Cámara de Representantes se trabaja en la elaboración de otro proyecto que aparentemente ha llegado a acuerdos de temas en disputa.
Aunque los miembros, del Comité Judicial del Senado, insisten en que los nuevos programas de trabajadores deberían ir la mano con la implementación obligatoria del sistema de verificación del estatus del empleado, E-Verify. El cual solo es obligatorio para las oficinas gubernamentales y opcional para las empresas privadas.
Se espera que una vez sorteados los puntos relativos al programa E-Verify y el tipo de visas de trabajo que propone la enmienda a la ley, el Comité Judicial del Senado iniciará los temas que mas interés han causado entre los 11 millones de sin papeles, líderes comunitarios, académicos y profesionales especializados en inmigración.
Entre las asignaturas medulares estarían: quiénes califican para realizar el trámite de residencia y/o ciudadanía, cuáles son los crímenes menores que podrían descalificar a un inmigrante, de cuántos años será la espera para obtener la residencia permanente y cuál será el camino a la ciudadanía o, acaso, no esta previsto en el proyecto de ley.
Otros temas incluirían cómo asegurar que los ciudadanos sean la primera opción para obtener las posiciones laborales, previo a que las empresas patrocinen a los trabajadores extranjeros. El otro asunto que no prosperó la semana pasada fue la propuesta del senador por Florida Mark Rubio, sin embargo, la fuerte corriente a favor vuelve a poner a discusión lo correspondiente a, si se deberá exigir a los solicitantes del registro biométrico o no.
Lo importante de todo lo anterior es que la reforma va en camino, sorteando los obstáculos, que más pronto de lo esperado podría ser una realidad para 11 millones de sin papeles.
Por instrucción del presidente espurio de Venezuela, Nicolás Maduro, el canciller, Elías Jaua, pretende normalizar las relaciones con Estados Unidos, pero que depende del “respeto mutuo” y el cese de “la injerencia” estadounidense en los asuntos internos venezolanos.
Pues si el coloso, imperialista del norte, que le compra 900 mil barriles diarios de petróleo es un enemigo irrespetuoso, para qué; “Profundizar y cultivar una relación de amistad con ese gran pueblo norteamericano”, de acuerdo al dicho de Jaua.
¿O será que Nico requiere del espaldarazo de Obama para validar la presidencia?