Por: Samantha Araceli Landa Hernández
Nombre: Juana Dayanara Barraza Samperio.
Nacimiento: Nació el 27 de dic de 1957 en Epazoyucan, Hidalgo México.
Padres: Trinidad Barraza Ávila y Justa Samperio.
Relación con su madre: Fue una mujer fría, alcohólica y abusadora, jamás se interesó en su hija. Juana era maltratada física y verbalmente por ella, no podía tener amigos ni asistir a la escuela. Sentía rechazo hacia su madre, un profundo resentimiento y odio.
Vida temprana: A los 12 fue al domicilio de un conocido, José Lugo de 26 años con otras 2 personas y su mamá. Ya ebrios los adultos, Justa ofrece a su hija a cambio de 3 cervezas. Juana sufre abuso sexual por parte de José, la ataba a la cama y la maltrataba. Se convierte en madre a los 13 años y vive con José hasta los 17 (él fallece). Vuelve con su mamá quien ya tenía pareja.
Independización: Se muda a la capital con un taxista, con quien mantiene una relación sentimental quien tiempo después desaparece extrañamente dejando 4 hijos desamparados.
Empleo: Desempeña empleos diversos para comer; lavaba, planchaba, enfermería, vendía palomitas afuera de una arena ahí encuentra oportunidad para ganar más dinero como luchadora semi-profesional.
Carrera como luchadora: Era corpulenta, tenía una fuerza considerable, medía 1.75 de altura. Fue apodada “La Dama del Silencio”. Fue breve su carrera debido a una lesión en la espalda y le dicen que si continúa luchando, quedará paralítica. Aun así, siguió vinculada por una década organizando y promocionando eventos y luchadores.
Homicidio de su hijo: En 1994 su hijo mayor de 24 años fue asesinado en la calle por asaltantes.
Desempleada: Vuelve a vender palomitas fuera de la arena pero recauda muy poco dinero, así es como busca otra forma de generar ingresos. Comienza a robar a transeúntes.
NACE LA MATAVIEJITAS
Perfil criminológico: 1.75 de altura, entre 40 y 50 años de edad, sin empleo fijo, se desplazaba en transporte público. Parecía peluca rubia corpulenta
Perfil de la víctima: entre 65-90 años vivían solas, nivel socioeconómico medio.
Modus operandi: Se hacía pasar por enfermera, interceptaba víctimas seleccionadas con anterioridad debido a que eran solitarias, acudía para ofrecerles programas de beneficencia para adultos mayores. Se valía de su amabilidad, una vez que las señores le abrían puerta, las estrangulaba y les robaba objetos de valor. Siempre que cometía su crimen vestía de rojo. No se hallaban puertas ni ventanas forzadas. Todas las víctimas fueron estranguladas con una fuerza considerable, ya fuera con las manos, con cuerdas, cables, pañuelos, medias, etc. El arma era su fuerza física.
BÚSQUEDA
Cada 3 semanas aparecía otra víctima, comienza a generar presión social a las autoridades y el miedo se acrecienta en la población mayor y en general.
El 1 de abril de 2004, Araceli Vázquez García es detenida por estar aparentemente vinculada a los delitos de homicidio de las viejitas.
Araceli era una mujer de 39 años que se hacía pasar por enfermera y doctora, usaba pelucas, con su personalidad engañaba a las viejitas y una vez que estaba dentro de sus casas, les robaba. En su poder se encontraron el reloj y el anillo pertenecientes a una mujer de 89 años ya muerta (fue asesinada). Ella aceptó más de 20 cargos de robo pero declaró que jamás mató a nadie.
Mientras Araceli era investigada, en la Colonia Claveles, fue hallado el cuerpo de María del Carmen Cardona quien fue estrangulada con un cable de televisión. Con base en esto, Araceli es puesta en libertad.
Las autoridades pasaron meses sin pronunciarse hasta que a mediados de septiembre Jorge Mario Tablas de 56 años es arrestado. Era alcohólico, drogadicto y se disfrazaba de enfermera. Cuadraba con el perfil criminológico y se le acusó de dos asesinatos, el de María Guzmán en mayo del 98 y el de María González Salcido en noviembre del 2003.
Los peritos afirmaban que era el asesino que buscaban y dieron a conocer perfil psicológico; era un travesti de ideas delirantes quien decía ser el apóstol San Juan, tenía tendencias suicidas y depresión. Mientras se investigaba a este sujeto, aparece una nueva víctima y esto representa un golpe devastador para la policía, ya que el homicida seguía libre y continuaba matando.
Es en el 2005 el momento en que se reconoce la presencia de un ASESINO SERIAL en la Ciudad de México y se comienza una red de prevención, se realizan retratos robots de testigos difundidos en la ciudad, las alarmas se disparan.
Se le asigna el caso a Patricia Payán de la Unidad 17 de homicidios. Manda a confeccionar un busto de 150 retratos hablados que fue presentado en una rueda de prensa. Aunque no fue bien acogida, el resultado fue sumamente satisfactorio, generando conmoción.
48 horas después de la rueda de prensa, hallan 2 nuevos cuerpos, sumando para ese momento 31 homicidios.
Así, aumenta la presencia policial en las calles, ya no sólo hay patrullas sino agentes en cubierto en mercados, parques y centros comerciales en busca de sospechosos.
Los homicidios se detuvieron por meses, y la policía comenzó a pensar que el homicida se había sentido acorralado y se había suicidado. Esto representaría una derrota para la policía, ya que dejaba 30 casos sin resolver.
DETENCIÓN
El jueves 25 de enero de 2006 alrededor de las 14:30 hrs., arrestan al supuesto autor de una serie de crímenes contra ancianas. Es detenida casi en flagrancia al salir del domicilio de Ana María de los Reyes Alfaro a quien apuñaló con un cuchillo militar y estranguló. Es Joel López de 25 años, inquilino de la víctima quien se topó con Juana vestida de rojo, ella se aleja rápido. Él entra a la cocina, ve el cadáver y acto seguido sale corriendo tras Barraza. Cerca del lugar, había una patrulla, se da una breve persecución, la atrapan y se dan cuenta de que coincidía con el retrato hablado difundido por medios de comunicación.
Juana Barraza Samperio, de 48 años de edad es detenida en la calle José Gazo de la Colonia Moctezuma en la entonces delegación Venustiano Carranza. Ella narra que Ana María regresaba del mandado y se acercó a ayudarla, asimismo le comentó que lavaba y planchaba ropa. Ana María se ofreció a pagarle
$22 por la docena de ropa, a lo que Barraza respondió que era muy poco estaba ella por irse, cuando Ana María hace el siguiente comentario; “Así son las gatas, quieren ganar demasiado”. Juana se enoja, toma un estetoscopio que estaba sobre la mesa, se posiciona detrás de ella, la golpea y la mata.
El día de su detención explicó que lo hacía porque odiaba a las señoras, les recordaban a su madre quien la maltrataba, maldecía e incluso la regaló.
INTERROGATORIOS
En los primeros interrogatorios, Juana reconoce a varios de los homicidios. Fue exhibida con la evidencia y trabajo forense para demostrar que ELLA ERA.
El caso parecía esclarecerse, sin embargo, para la mayoría la detención era un golpe de suerte, tuvieron que atraparla casi en flagrancia, por ello no se le da mérito a la policía.
En uno de los interrogatorios se le pide que demuestre cómo asesinaba a las víctimas, que lo recreé. Ella, mientras lo actúa, se posiciona detrás del sujeto y comienza a simular la estrangulación, en ese momento comienza a sudar y tiene un orgasmo. Los exámenes psiquiátricos revelan que era una persona con rasgos psicopáticos y deficiencias en el lóbulo frontal.
Conforme pasa el tiempo, se comienza a mostrar menos consistente en sus declaraciones, ya que en las primeras había aceptado 20 cargos y además había aceptado que los había cometido por coraje. Después se decía inocente.
Los primeros homicidios que se le pudieron imputar datan de 2002, algunos criminólogos creen que pudo haber iniciado en 1998.
SENTENCIA
En el año 2008, el Juez 67 de lo penal la sentencia a 759 años y 17 días de prisión en Santa Martha Acatitla, respondiendo por el homicidio de 17 personas, 12 de ellas además robadas. La fiscalía indica que la cifra real podría llegar a 42 y 48 víctimas.
Una vez recibido el veredicto, Juana dijo que apelaría porque era inocente.
Tiempo después el caso es reabierto y gracias a un eficiente abogado, su condena se rebaja a 50 años.
Actualmente cumple condena en Santa Martha Acatitla en donde es una celebridad y siempre se le encuentra acompañada de 2 o 3 guardaespaldas mujeres.
No es conflictiva, canta, da clases de baile y tiene un puesto de tacos 2 días a la semana, asimismo, aprendió a leer y escribir. En 2015 contrajo matrimonio con un reo de alta peligrosidad, pero esto no duró ni un año y ella solicitó el divorcio.
Mientras más pasa el tiempo, habla menos de sus crímenes, como si los olvidara o no le importaran (rasgo psicópata). No se arrepiente, cuando la entrevistan, disfruta conversando de temas banales. La mujer no muestra remordimiento ni empatía, las pocas veces que se le llega a ver emocional es por extrañar a sus hijos y nietos, nada más.
Ella habló y declaró que es inocente, que saldrá y que no planea morir tras las rejas.
IMPORTANCIA DEL CASO
Fue único en su tipo, por muchas razones:
1. La psicopatía aparece en menor grado en el género femenino, es más común en hombres.
2. Las MUJERES asesinas seriales son muy escasas, representando sólo el 2% del total de asesinos seriales.
3. No existen registros que digan que una mujer asesina a tantas personas y menos desconocidas. Las mujeres que matan es por lo general a conocidos o familiares.
4. Es la única mujer que salía a cazar a sus futuras víctimas, esto es más común en hombres.
5. La estrangulación como medio ejecutorio es difícil de ejercer para una mujer ya que requiere una fuerza considerable y muchísimo esfuerzo físico.
AM.MX/fm
The post Juana Barraza Samperio, “La Gerontocida” appeared first on Almomento | Noticias, información nacional e internacional.