Sin ruta a la ciudadanía, No hay reforma. Casi ilesa la propuesta, de reforma a la ley de inmigración, del “Grupo de los 8”, a pesar, de que los sindicatos del ICE e USCIS, aseguran que dañará la seguridad nacional.
El senador republicano por Texas, Ted Cruz a todas luces de origen hispano, precisamente de origen mexicano, intentó obstaculizar a la reforma con una iniciativa de mas absurda, proponiendo que los únicos que podrían obtener la ciudadanía serían los asilados, los demás sin papeles sin derecho a ella, lo mismo que a servicios públicos (salud, educación, etc.)
Vaya incongruencia del legislador, al descalificar a sus paisanos históricos, como a los de otras nacionalidades, simplemente incapacita a la reforma de ley. ¿Para qué entonces tanto esfuerzo en el Senado?…
“Si no hay vía a la ciudadanía no hay reforma”, así lo expresó el senador demócrata por Nueva York Charles, Chuck, Schumer.
No cabe duda que la eterna guerra entre hermanos mexicanos desconoce las fronteras, en vez de cerrar filas, evitar pugnas y luchar en conjunto por un objetivo común que beneficie a los mexicanos en éste país, algunos hacen lo contrario como el tal Cruz.
Quien-Cruz- antepone que de no hacerse de esa manera, la casa de los representantes detendrá la propuesta de reforma. Todos conocemos que la cámara baja es de mayoría republicana y que por eso podría sufrir tropiezos.
Lo que no conoce Ted Cruz, es que estos legisladores también han elaborado su proyecto de reforma, y los encuentros con los senadores para negociar las enmiendas han sido más provechosos que negativas.
“Mr. Cruz pos andonde anda.” Hablar por hablar no conduce a nada, por eso apalearon a su incongruencia jurídica con 13 votos en contra y cinco a favor.
También me pregunto, ¿qué haría la administración del presidente priista, Enrique Peña Nieto, si de pronto regresaran, a su patria México, 7 millones de mexicanos?
Vaya brete. Los malabares que habría que hacer para crear nuevos puestos de trabajo. Ampliar los servicios médicos. ¿Acaso construir más escuelas? Oferta de vivienda, más los servicios básicos que requerirían los compatriotas recién llegados. La demanda de canasta básica, etc. etc. Sin importar si arriban de poco a poco, o por cientos. Las demandas serían ineludibles.
A quien mas le importa el feliz arribo a puerto seguro de esta reforma de ley de inmigración es a México, sin descontar los múltiples beneficios culturales y socioeconómicos que representan para los Estados Unidos.
Para terminar, como van las negociaciones hasta el día de hoy pareciera que la propuesta, del Grupo de los 8, va ilesa. Si bien, entre mas se conocen los pormenores, grupos ajenos al Congreso de la Unión, principian a atacar en defensa de sus intereses.
Tal es el caso de los sindicatos del ICE e USCIS, (Los sindicatos del Servicio de Inmigración y Ciudadanía y el de los agentes de los servicios de aduanas e inmigración) quienes aseguran que dañara la seguridad nacional, además, de que “La legislación ha sido escrita con (la ayuda de) intereses especiales y produjo una ley que empeora el sistema actual, no lo mejora”.
Así las cosas…