Historias para armar la Historia
Ramsés Ancira
El tráfico de drogas es una concesión que da el gobierno a sus fuerzas armadas en muchas naciones del mundo, particularmente en Estados Unidos, donde ha sido extensamente documentado que se usó para patrocinar cientos de batallas, particularmente contra el “comunismo”, pero también contra el “terrorismo” y otros enemigos del colonialismo y el capitalismo salvaje.
El 10 de diciembre de 2004 se “suicidó” de dos balazos en la cabeza el periodista Gary Webb, ganador del premio Pulitzer, quien documentó como la Agencia Central de Inteligencia (CIA) hizo adictos al crack a miles de habitantes de los Ángeles, particularmente a los que vivían en barrios afroamericanos.
Los dos balazos que tenía Webb eran mortales, fueron disparados con un revolver calibre 38, y aunque la policía certificó la muerte como suicidio, no se puede comprender como pudo hacer un segundo disparo, si el primero fue mortal.
Webb escribió una serie de reportajes en agosto de 1996 en un periódico pequeño, el San José Mercury News. Ahí describió como se usaba el dinero de la venta de Crack para financiar a los contrarrevolucionarios en Nicaragua que combatían al Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Estos reportajes fueron compilados después en un libro publicado en 1988 llamado Alianza Obscura.
El dinero también fue empleado para patrocinar desde agencias gubernamentales de Estados Unidos al terrorista de origen cubano Luis Clemente Faustino Posada Carriles, quien fue entrenado en el uso de explosivos por el ejército de Estados Unidos en el Fuerte Benning, ubicado en el estado de Georgia.
Tras concluir su entrenamiento Posada Carriles realizó varias explosiones, principalmente contra objetivos cubanos en sitios vulnerables y con poca seguridad, como la embajada de Cuba en Portugal, el Centro Cultural Costa Rica- Cuba y la oficina de Cubana de Aviación en Barbados, todos estos con pocas víctimas; pero su obra cumbre fue el estallido del vuelo de Cubana de Aviación con un saldo de 73 asesinatos, provocados por la explosión de un dispositivo de dinamita, también llamado C-4.
Posada Carriles también participó en la planeación del asesinato de un sinnúmero de chilenos durante la dictadura de Francisco Pinochet en Chile. Para entrar al país, la CIA lo hizo pasar como corresponsal de la cadena de televisión venezolana Venevisión.
Las operaciones contra Cuba organizadas por Posada Carriles y Jorge Más Canosa, quienes también se financiaron con el narcotráfico fueron minimizadas gracias a que el gobierno caribeño logró infiltrar a Estados Unidos a un grupo de agentes que realizaron funciones de contraterrorismo. No se sabe cuántos fueron en total, pero cinco de ellos fueron condenados por espionaje en 2001 y liberados en 2014.
Su historia fue escrita por el brasileño Fernando Morais en el libro “Los últimos Soldados de la Guerra Fría”, que fue llevada al cine con Penélope García y Gael García Bernal, con el nombre de “La Red Avispa”.
Una de las particularidades de esta historia, es que los agentes de contrainteligencia cubana colaboraban con la Oficina Federal de Inteligencia de los Estados Unidos (FBI por sus siglas en inglés), mientras que la CIA colaboraba en la conversión de drogas por dinero y armas para financiar guerras en Centroamérica.
Sobre el tema de los narcos militares de Estados Unidos, también es muy recomendable la que quizá sea la película más amarga en la historia de la princesa de Hollywood, Anne Hathaway “The Last Thing He Wanted”, titulada en español “Su último deseo” producida por Netflix, y basada en la obra de la periodista Joan Didion.
Bitácoras complementarias:
1.- El General Salvador Cienfuegos no es el primer militar mexicano de alto rango acusado de nexos con el narcotráfico por Estados Unidos, antes lo hizo con el general de división Jesús Gutiérrez Rebollo, comisionado del Instituto Nacional de Combate a las Drogas, por supuesta protección al Cártel de Juárez. El militar fue capturado en 1997 y condenado a 40 años de prisión. Murió en el Hospital Militar, de cáncer cerebral, el 19 de febrero de 2013.
Que Cienfuegos haya sido devuelto a México, no es nada más una cortesía porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no haya reconocido a Biden. Esto hubiera sentado un precedente para que centenares de militares de los Estados Unidos que entrenaron en tortura y asesinatos a criminales como Posada Carriles, dentro o fuera de la Escuela de las Américas, pudieran ser igualmente aprendidos en cualquier país del mundo. Parafraseando el apellido del ex secretario de la Defensa, mantenerlo preso en Estados Unidos habría encendido más de 100 fuegos.
2.- Agentes de seguridad del Ministerio del Interior de Cuba realizaron en los últimos días docenas de aprehensiones de periodistas, músicos, artistas y escritores, acusados como presuntos mercenarios que recibían pagos para destruir la revolución gobernante desde 1959.
3.- Joe Biden nombró como director de seguridad interior a Alejandro Mayorkas, nacido en Cuba y por lo tanto considerado el primer latino en ocupar tan alto puesto. Sin embargo, su latinidad es una mera circunstancia. La familia de Mayorkas, de origen judío rumano escapó de Europa debido al holocausto. Cuando tenía apenas un año de edad, salió de la Isla, por lo que toda su vida consciente la ha vivido en Estados Unidos.
No obstante, en su discurso de aceptación del cargo, Mayorkas declaró “”Mi padre y mi madre me trajeron a este país para escapar del comunismo. Valoraron nuestra democracia y estaban sumamente orgullosos de convertirse ciudadanos de EE.UU., al igual que yo”. El nuevo director de seguridad interior llega al cargo casi al mismo tiempo que Joe Biden se comprometió a otorgar la nacionalidad estadounidense a once millones de personas que inmigraron a ese país.