Francisco Gómez Maza
• La mayoría quiere a una mujer, pero…
• Pero se impondrá la misoginia azul
Si los panistas de la cúpula albiceleste no fueran tan machistas y les hicieran caso a las encuestas, no estarían planeando lanzar como candidato al gobierno del estado de Chihuahua al senador Gustavo Madero Muñoz (nada tiene que ver con el “Apóstol de la Democracia”), quien acaba de ser licenciado por el senado para ir a su estado a “jugar” por la primera magistratura estatal, que ya la tiene reservada para él Javier Corral Jurado, otrora partidario de la “democracia” panista (cuando él era el patito feo).
Corral Ayala busca a toda costa darles la vuelta a las elecciones internas, bajo el pretexto de la crisis sanitaria que ha pegado muy duro a los chihuahuenses. Sin embargo, los panistas de la oposición interna al “corralismo” harán hasta lo imposible para que haya elecciones internas para seleccionar a los candidatos.
Y es que diez mil panistas, miembros activos del PAN en Chihuahua, más sus simpatizantes, por lo menos, votarían por Maru Campos (María Eugenia Campos Galván), actual presidenta Municipal de Chihuahua, por segundo periodo consecutivo.
Los golpes bajos y la guerra sucia estarán, sin embargo, a la orden del día, como suele ocurrir por tradición en tiempos de pre elecciones en Acción Nacional, conforme se llegue el tiempo para elegir a la candidata o candidato (la fecha límite para que afinen la convocatoria con las reglas de elección de la abanderada o abanderado blanquiazul, es el 8 de diciembre).
Posteriormente, antes del 25 de diciembre, la dirigencia del PAN deberá informar al Instituto Estatal Electoral (IEE) la forma en que habrá de elegir a la candidata o candidato al gobierno del estado, hecho que desatará la guerra intestina entre los demonios albiazules.
Los partidarios de Maru venderán muy cara la candidatura a Corral Ayala. Pero al fin, espero que no tenga yo razón, se impondrá la antidemocrática candidatura de Madero Muñoz, porque así lo quiere Corral Ayala. Y la política de igualdad de género será mandada al archivo francés (el bote de la basura) por los caciques panistas, ahora encabezados Corral Ayala.
La confrontación y lucha interna por la candidatura sólo será un video de yutub, pues ya todos estarán conscientes de que la democracia es sólo una fantasía y que el candidato será Madero Muñoz, aunque Maru tenga la mayoría de simpatizantes. Todo sea por la unidad del partido y de minar la autoridad de la federación, en lo que se refiere a su relación con el gobierno chihuahuense.
Una vez que hayan armado acuerdos a fuerzas, y definido reglas, la precampaña interna iniciará del 23 de diciembre y culminará el 31 de enero de 2021; para el 3 de febrero tendrán armadas las fórmulas de candidatos y candidatas, entre las que destaca la candidatura a la gubernatura.
Pero todo será sólo para demostrar que al interior del partido lo único que se impone es la democracia, una democracia, cierto, al estilo del panismo; o sea, impuesta desde la cúspide de la “dirigencia”. En esto sí, los panistas son muy disciplinados. Al final se hará lo que, “democráticamente”, decida la cúpula, a instancias de los deseos del gobernador.
Pero cuando se desarrollen las campañas de los candidatos de todos los partidos y las alianzas partidistas, Madero, bajo el manto protector de Corral Ayala, no las tendrá todas consigo, pues quien quede como candidato de Morena no tiene las manos atadas y dará una dura batalla, sobre todo entre los electores hartos del PAN.
Morena dispone de muy buenos momios, inclusive por encima del partido del gobernador Corral Ayala. Así que la pelea podría ser de gallos de palenque. Y no sería ninguna sorpresa que el próximo mandatario de la entidad fuera un morenista, si se respetasen las reglas de juego electorales.
Pero éstas sólo son lucubraciones puras. Veremos el desarrollo del proceso interno en el PAN y el comportamiento de su candidato, frente a un electorado muy bien distribuido entre el partido albiazul y esa imbatible conjunción de corrientes políticas y partidos, que es Morena, la cual responde a la inconformidad popular con los entes partidistas tradicionales, marcados por la antidemocracia, la imposición, la simulación, el cinismo, todo apuntalado por la corrupción.