Francisco Gómez Maza
• Economía, un paciente covid-19 en recuperación
• Óptimas expectativas para la creación de empleos
Animan los indicadores económicos que han dado a conocer, este martes, tanto el Banco de México como el INEGI.
Las expectativas del comportamiento de la economía nacional son optimistas, los indicadores de pedidos manufactureros señalan que las industrias se van activando, y el crecimiento de los envíos en dólares –las remesas-, realizados por los mexicanos en el exterior, revelan que el ingreso de divisas al país no sólo no se ha detenido, sino que se mantiene.
La economía mexicana es como un paciente de Covid-19 iniciando su recuperación: respira con menos dificultades. Ya no depende su respiración del respirador artificial para aspirar el oxígeno que lo mantiene vivo.
Y no es pretender cerrar los ojos ante los estragos de la pandemia de coronavirus, ni ante la debacle del empleo, ni ante el terror que muchos sienten con sólo despojarse del cubre bocas para comer o tomar un vaso de agua.
Pero las cosas no están tan mal como algunos seres amargados quisieran que estuvieran.
En una entrega anterior este escribidor aseguró que la economía iba pián pianito hacia la recuperación.
A la cifra considerable de 36 mil 574.38 millones de dólares ascendió el monto de las remesas que mexicanos en el exterior, mayoritariamente en Estados Unidos de Norteamérica, enviaron a sus familiares entre enero y octubre del año que está por concluir, lo cual representó un crecimiento de casi once por ciento (10.43 por ciento) en comparación con el comportamiento en el mismo periodo de 2019.
Otro indicador de la buena o mala marcha de la actividad económica, del comportamiento del sector industrial, el Índice de Pedidos Manufactureros (Índice de Pedidos Manufactureros), en noviembre, registró un incremento mensual, en términos desestacionalizados, de 0.12 puntos, ubicándose en 50.9 puntos.
Y el IPM es un indicador que no permite equivocaciones. Es concreto. La industria necesita materias primas, insumos, y los pide para activar sus plantas industriales, lo que significa crecimiento del producto.
La disminución de la reserva internacional por 92 millones de dólares (m.d.), en la semana que culminó el pasado viernes 27 de noviembre, reportada por el Banco de México, también es un indicio favorable. Los importadores, las industrias en su gran mayoría, necesitan dólares para pagar a sus proveedores de las materias primas y los insumos, que su planta productiva requiere. Tienen que utilizar dinero en dólares en efectivo.
Al tiempo, la llamada base monetaria (integrada principalmente por los billetes y monedas en circulación, así como los depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México, disminuyó 5,966 millones de pesos, alcanzando un saldo de 1,989,141 millones, cifra que implicó una variación anual de 24.8%.
Pero esta disminución y aumento de dinero en manos de los consumidores se debió a factores asociados a las medidas sanitarias implementadas en el país, que habrían aumentado la demanda de efectivo, como medio de pago, por parte del público. Adicionalmente, la reducción en la demanda de dinero en la semana se asocia, en parte, al movimiento que usualmente se presenta después de la conclusión del programa de descuentos denominado “Buen Fin”.
Contra la opinión de los ciudadanos amargados, las expectativas de las grandes empresas locales y extranjeras están también pasando del rojo al negro, de acuerdo con la encuesta recabada por el Banco de México entre 34 grupos de análisis y consultoría económica nacionales y extranjeros en el mes de noviembre.
De acuerdo con la encuesta, las expectativas de los empresarios se resumen en los siguientes puntos:
• Las expectativas de inflación disminuyeron en relación con la encuesta de octubre. Para el cierre de 2021, las expectativas de inflación se mantuvieron en niveles similares a los de octubre.
• Las expectativas de crecimiento del PIB real para 2020 y 2021 aumentaron con respecto a la encuesta precedente.
• Las expectativas sobre el nivel del tipo de cambio del peso frente al dólar estadounidense, para los cierres de 2020 y 2021, se revisaron a la baja en relación al mes previo. Prácticamente, el peso mexicano es la única moneda que no se ha devaluado ante el dólar estadounidense durante buen lapso de tiempo.