Francisco Gómez Maza
• El aumento del superávit comercial con EU contribuye
• La política cambiaria de México mantiene el equilibrio
La política cambiaria puesta en práctica por el Banco Central (Banco de México), aunada al deterioro que ha padecido la economía de Estados Unidos, ha logrado que el peso se mantenga relativamente estable, inclusive cuando aparece una amenaza de desestabilización en los mercados internacionales, como ocurrió este lunes.
La breve desestabilización del lunes se debió a que, durante el fin de semana, Reino Unido y la Unión Europea no llegaron a ningún acuerdo comercial, situación que amenazó con fortalecer al dólar estadounidense en los mercados de occidente.
Además, se especuló que Estados Unidos podría imponer sanciones financieras a cerca de 12 oficiales chinos por su intervención en la descalificación de miembros del Parlamento en Hong Kong, que formaban parte de la oposición política.
Es curioso. No había ocurrido este año: Es la primera vez, en 11 meses de 2020, que los mercados financieros reaccionan negativamente ante las tensiones políticas entre Estados Unidos y China. Estaban más preocupados por la herencia pandémica legada por Wuham.
Además, ha contribuido al fortalecimiento del peso el sustancial superávit comercial con Estados Unidos, economía de la cual la mexicana es la más importante socia.
La economía estadounidense afronta un muy desventajoso intercambio comercial con el mundo, por lo que esto y la relativa estabilidad cambiaria han otorgado al gobierno de López Obrador buen margen de manejo de las políticas públicas en el sector de la economía mexicana.
El déficit comercial de Estados Unidos con el mundo subió, en octubre, 1.7% en comparación con el mes anterior, hasta ubicarse en 63 mil 100 millones de dólares, cifra del Departamento de Comercio de Washington.
En los 10 primeros meses de 2020, el saldo rojo acumulado por la balanza comercial estadounidense ascendió a 536 mil 694 millones de dólares, 9.5 por ciento arriba del mismo periodo de 2019.
Pero también ha contribuido a la estabilidad cambiaria mexicana, el déficit comercial estadounidense con el imperio comunista chino, aunque parezca que los chinos no tienen nada que ver con los especuladores cambiarios mexicanos.
La relación de EU con el Dragón es sumamente sensible políticamente. El saldo negativo de la balanza comercial de Estados Unidos con China creció, en octubre, en 2 mil 200 millones de dólares, hasta en 26 mil 500 millones de dólares.
El intercambio comercial de Estados Unidos con la Unión Europea registró un déficit, para el vecino del norte, de 15 mil 700 millones de dólares en octubre, aunque mil 600 millones menos que en septiembre.
Y en el intercambio comercial con México, que es el que más importa fue deficitario, en octubre, para Estados Unidos en 11 mil 800 millones de dólares, mil 100 millones más que en julio.
Esta relación comercial, aunada a la postura de las autoridades del banco central mexicano, permitió sortear con éxito las amenazas externas contra la moneda nacional, tanto que, en la jornada de este lunes, luego de perder poco más de medio punto porcentual (0.53 centésimas), al final de la jornada el peso se recuperó y cerró con una cotización promedio de 19.7539 por dólar estadounidense. La compra cerró en 19.5047 y la venta en 20.0031 por dólar.
Junto con la estabilidad cambiaria, esta semana, una iniciativa de reforma al Banco de México, presentada en el Senado por el morenista líder de la oposición y presidente de la Junta de Coordinación Política de esa cámara, Ricardo Monreal, atrajo a la reflexión y debate tanto a las autoridades monetarias como a los dirigentes de la Asociación de Bancos de México (ABM).
Los banqueros privados consideraron que es de suma importancia que las mejoras al sistema de captación y exportación de divisas, que se discuten en el Senado, no afecten la autonomía con la que el Banco de México cuida de la estabilidad de precios, de la estabilidad monetaria y de la estabilidad del mercado de cambios.
La reforma trata de propiciar que el efectivo en moneda extranjera, que ingresa a la economía nacional de forma legítima, como lo son los recursos que traen algunos migrantes mexicanos que visitan México, el gasto que realizan turistas extranjeros y los emolumentos que reciben algunos trabajadores del turismo en México, fluya de manera sencilla, segura y económica. Que no se vaya a permitir que el banco central pueda ser usado por la gran delincuencia para lavar dólares producto del comercio delictivo.
En este contexto, por la mañana del lunes se supo que los bancos integrantes de la ABM reiteraron su reconocimiento al trabajo del Banco de México, y expresaron nuevamente su disposición para continuar siendo parte de la solución en este y otros aspectos de relevancia para la economía nacional, en colaboración con las autoridades reguladoras y supervisoras del sistema financiero, así como con todas las instancias competentes en la materia.
Con todo, los banqueros defendieron que se mantenga la completa autonomía del Banco de México para el adecuado funcionamiento del sistema financiero y la economía.