La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
El daño colateral consiste en que nos vacuna contra la disciplina sanitaria
De acuerdo a lo expresado por el canciller Marcelo Ebrard, México contará con las primeras vacunas de Pfizer contra el COVID19, este mismo mes de diciembre, sin duda, exitosa la gestión del bombero favorito de YSQ.
Aunque lleve, al menos, un semestre inocular a la mayor parte de la población más vulnerable, el antídoto tiene un efecto salvador en varios aspectos.
Primero, atenúa el desastre de la estrategia diseñada por el ‘científico’ López-Gatell que, por su ambición política, nos llevó del escenario con daños razonables al catastrófico y vamos, en caída libre, al apocalíptico.
En segundo término, consentirá una apertura más acelerada de todo tipo de actividades, sin tener el riesgo de provocar situaciones más graves de las que ya hemos vivido.
Como tercer punto, la pandemia tenderá a desaparecer, gradualmente, del debate político, lo cual permitirá al presidente López Obrador relanzar sus ‘objetivos transformadores’, mismos que han estado en un impasse por la emergencia epidemiológica.
El cuarto ítem, es que todos los que militan en las filas del pensamiento mágico, podrán continuar desafiando las restricciones de movilidad, sin causar daño a terceros.
Por último, los grandes beneficiarios serán todos los sobrevivientes a la etapa crítica del fenómeno, ya que las posibilidades de morir por coronavirus, disminuirán de forma notable.
Nota: otro triunfo será el fin de las chocantes conferencias del futuro testigo protegido.