Muy a pesar de que los mexicanos vivimos con vigorosa intensidad todo tipo de cambios, que van desde la ampliación de espacios políticos –con miras a las futuras elecciones– hasta la reorientación de estructuras y políticas económicas del Estado que buscan con la propuesta del nombramiento de Tatiana Clouthier ofrecer respuestas más eficaces a las urgentes demandas de un México cada vez más politizado y dividido que ha sido sacudido por una nueva conciencia jurídico-económica-electoral, de una población que se encuentra dispuesta a enfrentarse con la ley de la razón ética y enérgicamente jurídica, a un Estado que debe compenetrarse en el conocimiento de las causas reales que motivan que los gobernados exijamos llegar a una democracia a través de elecciones impecables, que permitan la alternancia de un poder ejercido en su momento sin medida y con notables actos de corrupción, como lo fue en los sexenios encabezados por Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
En ésta Cuarta Transformación de la República, como mexicanos nos encontramos viviendo una etapa muy difícil y conflictiva de transición, entre un viejo sistema de corrupción que viene y proviene de un pasado inmediato y la nueva tendencia implantada, la cuál se abre paso de manera impetuosa. Nuevas ideologías, métodos, estructuras políticas, principios, alianzas, teorías y planes se manifiestan y expresan en la realidad del Estado contemporáneo, para configurar una Nación más armónica y equilibrada en los rubros sociales, económicos y políticos, orientada siempre a la solución de los grandes problemas que aquejan a ésta gran Nación, entre otros el producir lo necesario para vivir y lograr una mayor y mejor distribución de la riqueza social. Supervivencia y justicia social y económica son el determinante del México del futuro.
Ha llegado el momento de transformar los viejos y corrompidos principios de la etapa del neoliberalismo. La corriente política actual desborda y tiene que sancionar los cuadros del pasado y se debe seguir luchando inconteniblemente para configurar la imagen de un México superior al de antaño, la economía debe de señalar la ruta del porvenir. Para Tatiana Clouthier es una tarea y un reto a mediano plazo, que se ofrece después de la Justicia como uno de los caminos que conduzcan a una Patria más decorosa y más justa.
Es muy sabido y aceptado que el Derecho no comprende toda la economía de la República. Hay grandes campos de ésta a los cuáles no ha penetrado el derecho, ni aún en los sistemas de izquierda. La futura Secretaría de Economía deberá tomar en consideración que derecho y economía mantienen relaciones muy estrechas, pero no absolutas. Es importante la norma jurídica, pero es importante también el factor económico, regulado o no por el derecho. En ésta Cuarta Transformación debe ser prioritario mantener una influencia del derecho sobre la economía.
La Sra. Tatiana Clouthier debe admitir y aceptar en su momento la existencia de un derecho penal económico en razón de su carácter sancionador y por sobre todo de protección, toda vez que son numerosas las categorías delictivas que guardan muy estrecha vinculación con la economía, actos que en su momento deben ser debidamente investigados y jurídicamente sancionados para arribar a un gobierno y a un México superior al heredado.
Ahora la novel Secretaria de Economía tiene al palabra y los gobernados esperamos que la cumpla.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho
Penal del Colegio de Abogados de México, A.C..