C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
La nominación del ex súper delegado de los programas sociales del gobierno de la Cuarta Transformación para Chihuahua, por los pasados dos años, en la persona de Juan Carlos Loera de la Rosa, fue como un balde agua fría para las huestes del partido guinda, quienes nunca se imaginaron, que fuera ser premiado un personero, que se caracterizó por la corrupción, el tráfico de influencias, y un nepotismo rampante en toda la estructura de gobierno a lo largo y ancho del vasto territorio estatal.
Pero más allá de estas graves irregularidades y anomalías que fueron materia de denuncia en todos los medios de comunicación, en contra del ex virrey de Chihuahua, lo que es de llamar la atención, es que no obstante que pesan en contra de Loera de la Rosa, dos denuncias penales ratificadas ante la Fiscalía General de la Republica y la Fepade, por lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita, y por actos anticipados de campaña, hace menos de un mes, presentadas por el PRI, PAN, PRD y un particular, el líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, se las pasó por el arco del triunfo, obvio que con el aval, del hombre que despacha en palacio nacional, quien días antes, en una de sus tantas peroratas mañaneras, reto a un reportero que lo había cuestionado por los excesivos gastos en propaganda que se observaban en más de 100 espectaculares instalados en por lo menos, los diez municipios más importantes del estado, a los pocos días de renunciar a su responsabilidad como máximo representante del gobierno lopezobradorista.
Bocón, el tabasqueño, se atrevió a decir, que si el periodista, le presentaba pruebas sobre dichos señalamientos, “yo mismo presento la denuncia ante la FGR”.
Y estas querellas, ¿qué son?, o ¿qué significan entonces para el Mesías Tropical?
¿Serán invenciones que se sacaron de la chistera?
Pero de los dichos a las acciones nunca se ha pasado, sobre todo, cuando estaba por definirse, quien sería el abanderado de Morena, para los comicios constitucionales del 6 de junio.
Es un hecho que los partidos políticos seguirán insistiendo en el tema de las dos denuncias, que son graves, que desde luego deben seguirse por oficio, que deberán seguir su curso jurídico, hasta donde topen.
Pero más allá de lo anterior, es una gran verdad, que tras conocerse la nominación el pasado domingo de Juan Carlos Loera de la Rosa, cundió el desencanto, la decepción total, dados los negros antecedentes del futuro candidato a gobernador de Morena. No solo por su pésimo desempeño como máximo representante del gobierno federal, sino porque su palmarés en las lides de arena electoral, es nada.
Cuando quiso ser edil de Juárez, en el 2016, le dio una paliza, el todavía alcalde, de extracción independiente, hoy morenista, Armando Cabada Alvidrez. Se ubicó en el cuarto lugar. Luego en el 2018, en las elecciones presidenciales, alcanzo la diputación federal, pero por la vía plurinominal. Gracias a su cercanía con AMLO, una vez que asumió la Presidencia de la Republica, fue ungido súper delegado de Morena, por dos años, en los que transito con más pena que gloria. Con más oscuros que claros.
Su currícula, es no digamos magro, sino lo que le sigue, exigua paupérrima. Pero más allá de esto, la podredumbre que emana no solo el, sino todos sus acólitos, esa si es monumental. Esa se observa por doquier
Se calcula, que por lo menos unos 50 millones de pesos tuvo que haber sustraído de las arcas del erario público y de los programas sociales para desplegar una campaña publicitaria en espectaculares, en brigadistas, en los medios de prensa alineados con su proyecto político, para promocionar su imagen como un “impoluto servidor público” que en los hechos es una falacia.
Los observadores y analistas políticos, deducen que AMLO, al haber impuesto por dedazo, como su abanderado a Loera de la Rosa, y no como resultado de una encuesta real, debe interpretarse como una clara señal, que Chihuahua, no es una prioridad para el tabasqueño, como sí lo son otras entidades, entre las que sobresalen, desde luego, su natal, Tabasco, Veracruz, Puebla, el Estado de México, la Ciudad de México,
Jalisco y Nuevo León.
Desde su nominación, son muchos, los que advierten que será muy difícil para Loera de la Rosa, que pueda ganar las elecciones en Chihuahua, porque en la mayoría de las encuestas serias que se elaboraron y que se dieron a conocer con mucho tiempo de antelación, en ninguna figuro en los primeros lugares en la intención del voto de los chihuahuenses, que siempre tuvieron entre las preferencias al senador, Cruz Pérez Cuellar, quien lamentablemente resulto damnificado por haber sido vinculado a la nómina secreta que manejo el putrefacto, ex mandatario estatal, Cesar Duarte Jaques, en la recta final de su nauseabunda administración, hoy detenido en los Estados Unidos, desde el pasado 8 de julio del año en curso.
POSDATA:
A querer o no, El Talegas, Javier Corral Jurado, ha logrado varios de sus objetivos políticos con vistas a las elecciones del 2021.
Descarrillo de la contienda electoral, a su hoy odiado compadre, Cruz Pérez Cuellar.
Le falta cualquier cosa para hacerlo lo propio con su correligionaria, la alcaldesa, María Eugenia Campos Galván, a quien la tiene al borde la cárcel.
Lograda esta jugada, tratara de ungir de candidato a su alfil, el empresario, Gustavo Madero, que tendrá en su contra, que todo el imaginario colectivo de esta vasta entidad, repudia por inepto al gobernador. Basta decir que de cada 10 encuestados, 8.5 LO REPRUEBAN, mientras 1, LO APRUEBA.
De ese tamaño es el fracaso del gobierno fallido de Corral y eso si va a pesar en el tejido social a la hora que emitan su sufragio los exigentes electores de Chihuahua.
Un detalle, si es muy contundente y demoledor.
En Chihuahua, el gobernador en turno, nunca ha dejado gobernador. Y, sino hay que remitirse a la historia en los últimos 50 años para constatar tal hecho.
Con motivo de la Navidad, esta columna se tomara un descanso hasta el próximo 6 de enero. Deseándoles ¡Felices Fiestas!