Horizonte de los eventos
El tema hoy es El Capitolio. Escandalizante evento por “virtud” del cual, miles de ciudadanos arios, supremacistas y payasos disfrazados, llegados de varios estados vecinos, tomaron, literalmente, El Capitolio.
Las imágenes son abundantes y los hechos transmitidos, más que evidentes. Los hechos no gráficos pero “visibles”, también son abundantes: Trump señalando el tema en días recientes. Hoy, “certificación” del triunfo de Biden, por El Capitolio, por twitt, hizo una curiosa reflexión y aseveración de que le habían robado su “triunfo electoral” (¡!), lo que fue mayoritariamente interpretado como un llamamiento a impedirlo físicamente, pues así fue la reacción de sus seguidores.
Con varios temas por discernir: Viene a mi mente, en primer lugar, la imagen del gordito de Korea. Claramente lo veo sonriente de placer, imaginando una cabeza apuntando a la Casa Blanca. Aunque también pude ver pensativo al de Rusia…
Y hora sí que como dijo Sabina, “la última vez que oí esa melodía, me recetaron tres años, y un día” y se me enchinó el cuero.
La dura prueba de la democracia liberal, que reprueba a todos los ideólogos de la misma, de Smith a Dhall, Fukuyama y subsecuentes -más sus discípulos tropicales-. con los argumentos que fueron señalados desde hace más de 40 años. Que fueron ignorados y ninguneados, hoy, todo invita a la reflexión y el recuento. Y a deslindar responsabilidades.
Excepto para Francis Underwood, que así lo estimó públicamente, el 2016 ¿Recuerdan?
Otro hecho no gráfico, autoparlante, es el que el FBI no haya detectado movimiento de transporte humano a DC, ni aun para el día de hoy. Miles, mil, por ejemplo, mínimamente son 50 camiones de movimiento atípico, no frecuente, con destino a la capital gringa ¿De veras no se detectó?
Y gráfico, en el mismo son, los policías, ya del Capitolio, dando libertad de acceso… o, sorprendidos en la puerta, aparece uno de color, como si a varias cuadras, el contingente no hubiera sido detectado ni prevido: si a unas cuadras se hubiera informado y actuado en consecuencia, el movimiento criminal racista y anárquico consumado hoy, no hubiera tenido oportunidad ninguna de lo que hizo. Entonces, más que permitido, gozó de la promoción de la Casa Blanca y del Capitolio.
Ahora bien, esto nos lleva a los Republicanos. Sin embargo, también a los demócratas ¿están mancos? Tampoco tienen sistemas de inteligencia. Perdonen la expresión ¿Tan jodidos están? Luego entonces ¿Todos se dejaron?
Por si alguien tuviera dudas del por qué no se otorgado el “plácet” o beneplácito diplomático a Esteban Moctezuma por parte de la Casa Blanca. Digamos que otros temas concentran la atención de
Trump: Casi nada.
Queda en el tintero y seguramente será otorgado. Moctezuma es un hijo de la academia norteamericana, además de un mexicano de cuna notable, con una biografía de estrellita dorada en la frente -desde el kínder, dicho sea de paso. Destaca de él, su cercanía histórica con Paco Labastida, de primer orden desde antes del gobierno de Sinaloa, donde fue secretario de administración e hizo amistad con Luis Donaldo, quien lo trajo a la campaña de Salinas como su coordinador de asesores, donde tuve el gusto de conocerlo cuando me citó Colosio por su conducto.
La mala experiencia de ser los primeros derrotados priistas por la presidencia, no pudo afectarle mucho, y mucho menos incorporado al equipo de Ricardo Salinas -que integró una verdadera secretaría de gobernación, con elementos más relevantes que los actuales- y menos por el posterior trabajo realizado en la Fundación Azteca.
No obstante, el tino del señor presidente con su propuesta a la Embajada de nuestro vecino del norte, se debe, además de la biografía del Embajador “caeterís páribus”, tiene la doble solvencia política y familiar, de ser nieto del general don Marcelino García Barragán, lo que de por sí, explica otras cosas, dejará a los altos oficiales de nuestras Fuerzas Armadas, satisfechas y prácticamente desagraviadas, desde el también “trumpezco” evento de Cienfuegos y la lenta y confusa reacción del gobierno mexicano.