C O N T R A P O D E R
JUAN ANTONIO TORRES
No es una exageración anticipar que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, se juega su futuro político el próximo domingo en la elección interna de los precandidatos a gobernador, entre su alfil, Gustavo Madero Muñoz y la alcaldesa con licencia de la capital del estado, María Eugenia Campos Galván, la candidata incómoda.
Todo mundo espera que los dados cargados de la elección interna favorezcan al delfín del gobernador, o sea al empresario y senador por la vía plurinominal, Gustavo Madero, apodado por sus detractores como “Tavo Moches” cuando fungió como líder del CEN del PAN, justamente en los tiempos en que tenía picaporte en Los Pinos, cuando se hablaba de tú, con el mexiquense, Enrique Peña Nieto, a quien le aprobó el Pacto por México.
Claro que no fue de barbas. Madero no da paso sin huarache.
Para nadie de los panistas es un secreto que la alcaldesa con licencia, independientemente de su descarada vinculación con el putrefacto ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jaques, hoy detenido en los Estados Unidos, desde el pasado 8 de julio, es la precandidata mejor posicionada en todas las encuestas de preferencias; en todas las mediciones serias, en la intención del voto, siempre estuvo por lo menos 10 puntos arriba del ex jefe de gabinete del régimen corralista, quien no genera confianza, entre el imaginario colectivo, que lo ven con la marca corralista, que por desgracia para el jefe del ejecutivo genera repudio, a menos de 5 meses de las elecciones para gobernador, y a ocho de que concluya su mandato constitucional.
En este contexto, llama la atención como algunos medios locales y nacionales están totalmente alineados con la ex alcaldesa, como es el caso de la cadena de los Diarios, propiedad de Osvaldo Rodríguez Borunda, desde que tomó posesión de la Primera Magistratura, Javier Corral, ha sido objeto de un embate editorial, por no autorizar las pautas millonarias de las cuales disfrutó en el pasado sexenio.
Hoy, los Diarios, se la están jugando por la Maru Chan, con la firme expectativa de que gane la elección interna del próximo domingo, y una vez ungida candidata, los incentive con muchos millones en publicidad, porqué, esta empresa editorial, está, desde hace un buen rato con números rojos.
Por el lado de El Heraldo de Chihuahua, propiedad de Olegario Vázquez Raña, que también recibió grandes tajadas de publicidad, en los tiempos de bonanza del duartismo, a tal grado que fue el medio de comunicación privilegiado, de todo el sexenio pasado. A tal punto llego la genuflexión y la zalamería de esta cadena editorial, que su ex director general, Javier Contreras Orozco, recibió gratificaciones millonarias, en efectivo y en especie, que cuando el actual mandatario estatal ventaneó a políticos, funcionarios públicos, periodistas, en la denominada, nómina secreta, salió a relucir el nombre del autonombrado “doctor” quien se vio obligado a regresar 10 millones de pesos en efectivo, para evadir la posibilidad de que fuera a la cárcel.
Lo que no pocos rumoran, es que regreso apenas un 10% de lo que recibió en todo el pasado régimen para que se abstuviera de publicar temas incómodos, de la cloaca que asfixiaba a todo el aparato burocrático, del nepotismo rampante en todas y cada una de las secretarías del gobierno estatal pasado.
Hoy, la directora editorial, la tabasqueña, Georgina Moret Cuevas, consciente de los turbios nexos de su antecesor que tejió no solo con el ex gobernador de extracción priista, sino con muchos más, a lo largo de más de 27 años, en los que se convirtió en el hombre fuerte de la cadena de los Vázquez Raña en Chihuahua, ha mantenido una línea editorial entreguista, lambiscona, lisonjera, con todo lo que ocurre en el gobierno corralista, so pena de que le corten el chorro de la publicidad y cierre sus ediciones un medio, que ha perdido toda la credibilidad, no en el actual sexenio, sino desde el régimen anterior.
El Heraldo, no defiende a raja tabla en su línea editorial a la alcaldesa, no obstante los obuses que salen del palacio de gobierno. Pero tampoco, se confronta con el titular del Ejecutivo estatal, que le sabe muchas maromas, no solo al “laureado escritor” Javier Contreras, sino también al ex subdirector del mismo rotativo, Martín Zermeño Muñoz, recientemente renunciado, por ser un incondicional de Contreras Orozco.
Los medios en la actual coyuntura preelectoral, enseñan sus filias y fobias, sin duda.
Lo que es un hecho innegable, es que el inepto jefe del ejecutivo estatal, se juega en la elección del domingo todas las canicas. Hasta ahora, va invicto.
Ganó la gubernatura en el 2016, logró llevar a la cárcel a su odiado rival, su predecesor, César Horacio Duarte, cuando este juraba y perjuraba que le haría lo que el viento le hizo a Juárez.
Descarriló a su compadre, Cruz Pérez Cuéllar, de que fuera ungido candidato a gobernador de Morena, ya solo le falta hacer lo propio con María Eugenia Campos, y desde luego, ungir, a su amigo, perdón, su cómplice, el empresario, Gustavo Madero Muñoz, en candidato a gobernador por el PAN.
Candidato sí.
Pero la terca historia en Chihuahua, nos ha revelado que no ha habido gobernador que deje a su sucesor, y vaya que ha habido unos figurones, como Oscar Flores Sánchez, Manuel Bernardo Aguirre, el propio, Teófilo Borunda, que no lograron tal propósito.
Difícil, que lo lleve a feliz término el mamarracho que despacha hoy en el solitario palacio de gobierno, donde no se paran ni las moscas, por temor a que se contagien con la flojera de El Talegas.
Si lo logra, sería un hecho inédito, que no se ha visto en los últimos 50 años de vida en estos lares inhóspitos.
POSDATA:
Alejandro Domínguez, tomó las riendas del PRI estatal, una vez que renuncio a dicho encargo, el diputado local, Omar Bazán Flores, quien ya fue nombrado delegado del tricolor en Aguascalientes. Domínguez, quien fue candidato perdedor a edil en las elecciones del 2018, y quien fue de los personajes consentidos del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, al decir de no pocos de sus correligionarios, no genera buenos comentarios su nombramiento. Hay mucha podredumbre en torno a su gestión cuando fue líder de este instituto político en los tiempos del duartismo, cuando se tejió un enorme entramado de corrupción que ha castigado a muchos que ahora están en la cárcel y otros huyendo del brazo justiciero…