HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN
El 15 de septiembre pasado escribí una columna bajo el título de “El COVID trata bien a los funcionarios”. Hasta esa fecha se habían infectado más de 100 servidores públicos federales, estatales y legisladores habían salido bien, salvó un diputado y un senador que fallecieron.
Ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador reapareció en un video en el que se le ve más fresco que una lechuga. La reaparición del mandatario fue precisamente en el día que los especialistas consideran más crítico para una persona contagiada por el virus del SARS-COV-2.
El presidente se presentó muy abrigado en su oficina de Palacio Nacional después de que un día anterior se habían desatado toda clase de especulaciones como consecuencia de la estupidez de Hugo López Gatell, que primero dijo que no habría información sobre el estado de salud de su jefe y los siguientes días dio informaciones a medias.
López Gatell, quien se siente un gran comunicador, incluso quiere tirar línea a los medios de información provocó un gran movimiento en las redes sociales que el jueves ya estaban enfermando al presidente de un derrame cerebral, de un infarto cerebral, hasta de su muerte. Afortunadamente nada de eso sucedió.
Desde el momento en que López Obrador informó a través de su cuenta de Twitter empezaron las especulaciones, lo mínimo que se dijo fue que se trataba de un montaje, que el presidente se ausentó ante el fracaso por el abasto de las vacunas.
En mi colaboración anterior titulé la columna Circuito Cerrado: “Tan sencillo como hacer pública la prueba”. En ella propuse que para terminar con las especulaciones era tan sencillo como publicar los resultados de la prueba PCR, (Reacción en Cadena a la Polimerasa) o la de antígenos si fue el caso.
En mi entrega del 15 de septiembre puse algunos ejemplos de funcionarios que se habían aislado porque dieron positivo al COVI-19 como fue el caso del director del Seguro Social, Zoé Robledo, quien se fue a guardar a su domicilio justo cuando en los medios lo acusaron de otorgar contratos a una empresa propiedad de su hermano.
Otros compañeros de gabinete hicieron lo mismo, ninguno fue hospitalizado ni se quejaron de haber presentado síntomas como quienes han sufrido el ataque del virus y como ayer López Obrador, regresaron tan frescos como una lechuga.
¿Usted les cree? Yo tampoco.
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Que se cuide Ricardo Anaya porque no va sólo en la carrera por la candidatura panista a la Presidencia de la República, para el 2024. El gobernador de Tamaulipas Francisco Javier Cabeza de Vaca está más puesto que un calcetín para abanderar la causa panista dentro de 3 años y pico. Esta semana se llevó a Ciudad Victoria al ex -baterista del Timbiriche, Maximiliano Cortázar para que le maneje la imagen. Max como le dicen sus amigos, fue el director de Comunicación Social en la presidencia de Felipe Calderón y se lo había llevado el ex -gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle para su proyecto presidencial que se truncó hace dos años cuando el helicóptero en que viajaba junto con su esposa Martha Alonso se fue a pique y murieron ambos…Mario DiConstanzo, quien fue Secretario de Hacienda del “Gobierno Legítimo” de López Obrador en el 2006, aspira a una diputación federal y dice que si Morena pierde la mayoría en San Lázaro él encabezará la propuesta para llevar a López Gatell a la cárcel.
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@HctorMocetzuma1