* Bastaría con que al hasta ahora candidato a Guerrero se le aplicara lo establecido en los reglamentos internos de su partido, para anular su postulación; acusado de ejercer violencia de género, el agresivo personaje amenazó con armar trifulca al líder nacional, Mario Delgado, si no se echaba reversa a la encuesta que daba como ganador a Pablo Amílcar Sandoval.
Pero como los morenistas no validan aquella conseja de que alabanza en boca propia es vituperio, Salgado Macedonio puede afirmarse gracias al cinismo que parece haberse adueñado del naciente partido
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Con una convocatoria con dos “ajustes”, Morena establece las condiciones para los aspirantes a candidaturas en los comicios de junio con requisitos duros y claros, pero los que ostensiblemente no se aplicaron al ya candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio; fija prohibiciones tales que, en vías de hecho, les impide hacer política y añade la presentación de una “semblanza curricular” que, sin escapatoria posible, les hace caer en la vieja sentencia: “Elogio en boca propia es vituperio”.
El documento partidista hace una advertencia tajante: “El registro de los aspirantes podrá ser cancelado o no otorgado, por violación grave a las reglas establecidas en el estatuto y esta convocatoria a juicio de la Comisión Nacional de Elecciones y del Comité Ejecutivo Nacional”.
A continuación, unas duras condicionantes, surgidas de forma obvia después de varios meses de conflictos internos con dirigentes locales y grupos de la militancia: “Queda estrictamente prohibido que los aspirantes realicen acusaciones públicas contra el partido, sus órganos de dirección u otros aspirantes, o protagonistas, o cometan actos de violencia física contra otros miembros o (contra) el patrimonio del partido. La falta a esta disposición será sancionada con la cancelación del registro de la precandidatura correspondiente”.
Queda en evidencia la dedicatoria: todo aquel que pretenda quejarse de irregularidades en la selección de candidatos caerá en esa “causal”. Bastará un señalamiento, peor aún si se hace con pruebas, de mala operación en la selección de prospectos, para que el inconforme sea sacado de inmediato del juego.
No se requiere de gran perspicacia para ver en el caso de Félix Salgado Macedonio la causa eficiente de esas prohibiciones y la sanción que será automática.
Un poco más adelante, la convocatoria señala: “Los protagonistas del cambio verdadero, así como los ciudadanos simpatizantes de Morena que pretendan ser postulados para alguno de los cargos deberán cumplir los siguientes requisitos:
“Carta de manifestación, bajo protesta de decir verdad, de no tener condena o recibida sanción firme por violencia familiar o doméstica (sic), o cualquier agresión de género, delitos sexuales, o ser persona deudora de pensión alimenticia, con firma autógrafa en el formato que para tal efecto emita la Comisión Nacional de Elecciones”.
“SOY INCALUMNIABLE: TODO LO QUE SE DICE DE MI ES CIERTO”: SALGADO MACEDONIO
Al llegar a este punto, la sonora carcajada queda a cargo del flamante candidato para Guerrero y secuaces, Mario Delgado incluido.
Félix Salgado Macedonio tiene en su haber decenas de expedientes que se empolvan en escritorios oficiales. Entre esos, tres acusaciones de violación de parte de mujeres que son blanco de injurias y calumnias a cargo de altos dirigentes de Morena y de periodistas afines “a la causa”.
El relato de las víctimas nos hace recordar la novela de Mario Vargas Llosa, “La fiesta del chivo”, inspirada en la biografía del brutal tirano de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, cuya principal diversión era violar a las esposas de los altos funcionarios de su gobierno en presencia de sus maridos.
EL AUTOVITUPERIO COMO REQUISITO
Otro requisito es como para compadecerse un poco de lo que tienen qué hacer los miembros de Morena para poder sacrificarse por la patria.
Dice la convocatoria que los aspirantes deberán presentar “semblanza curricular con fotografía (…) en la que se destaque la trayectoria profesional, laboral y política; los atributos ético-políticos, la antigüedad en la lucha de las causas sociales y la vida democrática, así como su aportación al proceso de transformación, en el formato que para tal efecto emita la Comisión Nacional de Elecciones”.
El aspirante no tiene escapatoria: Aunque en el medio de la grilla, desde hace muchos decenios en México se ha practicado un patético cinismo, en los últimos tiempos, al menos en ciertos niveles, se había optado por algo de recato, por un mínimo de buen gusto.
Pero desde por lo menos hace dos años, el ejemplo llega desde mero arriba.
Se atribuye al que fuera presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines (“El viejo zorro”), la frase que soltaba, sin clemencia alguna, para cortar de tajo a los cortesanos que, ávidos de chamba, expresaban sin pudor sus grandes méritos, y les decía, seco: “Recuerde usted, joven: elogio en boca propia es vituperio”.
“QUE DIGA QUE DICE EL PUEBLO QUE FÉLIX ES EL BUENO”
La convocatoria de Morena señala que para cada candidatura para diputado federal, diputado local, presidencia municipal, alcaldía de CDMX, gobernador, la Comisión Nacional de Elecciones “aprobará en su caso un máximo de cuatro registros, que participarán en las siguientes etapas del proceso”.
Y hace una salvedad que se antoja de toda obviedad: “En caso que se apruebe un solo registro (“¿pues en qué quedamos?” preguntaría un osado aspirante) para la candidatura, se considerará como única y definitiva, en los términos del inciso I del artículo 44 del Estatuto”.
Lo curioso es que la multicitada convocatoria señala que “en caso de más de uno y hasta cuatro registros autorizados por la CNE, los aspirantes se someterán a una encuesta, realizada por la Comisión Nacional de Encuestas para el candidato idóneo. El resultado será inapelable en términos de lo dispuesto por el artículo 44 del Estatuto”.
Curioso: Para la candidatura a gobernador de Guerrero, Morena llevó al cabo la famosa encuesta y Félix quedó en tercer lugar. De acuerdo con su estilo de siempre, Félix armó una bronca y soltó amenazas, como es su estilo de bravucón de barriada.
Mario Delgado fue a Palacio Nacional en busca de sabio consejo. Y ahí le dijeron: “Pues que se haga otra encuesta donde diga que dice el pueblo que Félix debe ser el candidato”. Se hizo otra encuesta y el pueblo dijo que Félix debe ser el candidato.
Esto último lo publicó la autora teatral y articulista Sabina Berman, de mucho tiempo atrás simpatizante de AMLO y la que tuvo una sopa de su propio chocolate en Canal 11, donde fue agredida en forma soez por John Ackerman, solo por no mostrar suficiente fanatismo en cosas de la 4T.
Cosas de la vida, Sabina al final de cuentas estaba defendiendo al cuñado de Ackerman, Pablo Amilcar Sandoval, quien fue el ganador de la encuesta. En paráfrasis a conocido refrán, no queda más que decir: De que el perro es bravo, hasta a los aliados muerde.