Francisco Gómez Maza
• La devastación no es una fantasía; está a la vuelta de la esquina
• Cada año mueren 9.000,000 de personas por la contaminación
Tres fenómenos gravísimos, tres realidades diabólicas, muy peligrosas para todos los seres vivos, entendido lo diabólico como las catástrofes que ya estamos enfrentando los humanos, y que amenazan ser más destructoras, como la pandemia de coronavirus, que continúa dando muestras de que es capaz de una devastación de la vida humana
en el planeta.
Estas realidades que serían devastadoras si no se les enfrenta con inteligencia son las crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación, que deben abordarse en conjunto si los estados pretenden garantizar un futuro sostenible para los habitantes racionales e irracionales de la Tierra.
De estas maldiciones habla el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dado a conocer recientemente, mecanismo ideado por expertos para ofrecer un plan integral y poder abordar la mencionada emergencia planetaria.
Los estrategas de la ONU están seguros de que la especie humana puede tomar conciencia de la destrucción, que se gesta en la Naturaleza, amenaza con una catástrofe que podría arrasar con todo vestigio de vida; se decida a transformar su relación con la Tierra para revertir el proceso de destrucción.
Esto no es para mañana. Es para ayer. Es urgente abordar las crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación para garantizar un futuro sostenible y prevenir futuras pandemias.
El informe titulado Hacer las paces con la naturaleza, pone énfasis en la gravedad de estas tres crisis ambientales, con base en evaluaciones mundiales, incluidas las del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) y la Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), así como la Perspectiva del Medio Ambiente Mundial del PNUMA, los estudios del Panel Internacional de Recurso, y nuevos hallazgos sobre la aparición de enfermedades zoonóticas, como la covid-19.
Esta titánica labor, que tiene que ser obra de todos los estados, particularmente los más industrializados sobre los que recae la mayor responsabilidad de la devastación ecológica por un proceso de modernización irresponsable que genera muy venenosos contaminantes del aire, del agua, de la tierra y, para revertir el proceso de destrucción, habrá que innovar e invertir sólo en actividades que protejan a las personas y la naturaleza.
En medio de una ola de inversiones para revitalizar las economías afectadas por la pandemia de la covid-19, el informe del PNUMA comunica la oportunidad y la urgencia de una acción transformadora e inmediata. También establece los roles que todos los actores de la sociedad pueden y deben desempeñar.
2021 es un año especialmente crucial, con dos importantes conferencias mundiales sobre cambio climático y biodiversidad, en las cuales los gobiernos deben proponer objetivos sinérgicos y ambiciosos para reducir casi a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en esta década y conservar y restaurar la biodiversidad.
Abordar de forma conjunta tres amenazas planetarias
La expansión económica ha traído una prosperidad desigual a una población mundial en rápido crecimiento. Como resultado, 1,300 millones de personas viven en la pobreza, mientras la extracción de recursos naturales se ha triplicado hasta alcanzar niveles dañinos y crear una emergencia planetaria.
Advierte el informe del PNUMA que, a pesar de la disminución temporal de las emisiones debido a la pandemia, el planeta se dirige a un aumento de la temperatura global de al menos 3°C en este siglo; más de 1 millón de las, aproximadamente, 8 millones de especies de plantas y animales corren un riesgo de extinción sustancialmente elevado, y las enfermedades causadas por la contaminación matan cada año a unos 9 millones de personas. La degradación ambiental está impidiendo el progreso hacia la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la promoción del crecimiento económico sostenible.
A DESFONDO: El Tribunal Electoral descalificó la decisión del INE de prohibirle al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, realizar manifestaciones cuyo contenido pudiera ser de naturaleza electoral. Esta decisión judicial garantiza la celebración de las conferencias matutinas, llamadas mañaneras que, de lunes a viernes, convoca la presidencia de la república para “rendir cuentas” a la población.