Cuando era adolescente criticaba mucho a los connacionales que abandonaban México para irse a los EEUU. Me molestaba pensar que podían llegar a querer a otra tierra, a otra bandera a otro país, en mi ignorancia lo veía como una traición o una infidelidad. Cuando tenia unos 20 años de edad, tuve la oportunidad de ir a estudiar a dicho país y poco a poco entendí la razón de esos que sin nada aquí, se habían arriesgado para ir a buscar un sueño que con dificultades y muchos sacrificios se les hacia realidad, consiguiendo satisfactores para ellos y para su familia, mismos que aquí les serían casi imposibles.
Desde esa edad comprendí el significado de esos migrantes y sus admirables esfuerzos, pero también valoré los retos que para cada país esto representaba. Por un lado, para México la pérdida de gente emprendedora y dispuesta a salir adelante casi todos ellos trabajadores y con la intención de seguir las leyes. Claro hay manzanas podridas que se aprovechan de la situación y manchan la imagen de la mayoría.
Años después entendí el doble discurso de nuestros gobiernos que por un lado pedían respeto a nuestros migrantes, pero por otro no se les daba ni la más mínima atención desconociendo incluso en México las llamadas “matriculas consulares” que son emitidas por nuestros consulados como medios de identificación en el extranjero, pero no se reconocían por las autoridades mexicanas para tramites en nuestro propio país. Fue hasta hace apenas unos años que dichas “matriculas” fueron reconocidas por nuestro propio gobierno, que es quien las emite y vende a los migrantes.
Las remesas de esos migrantes a los que muchos en México ven como indignos, han salvado en más de una ocasión a nuestra economía y me atrevo a decir que han salvado o evitado problemas sociales en las comunidades de muchos Estados que prácticamente comen, visten, se educan y se atienden medicamente con las mismas, incluso hay municipios o Estados en México o países como el Salvador y Honduras, que tienen gran parte de sus ingresos a consecuencia de la derrama económica que generan dichos envíos.
De hecho, en el 2020, a pesar del Covid19 o de lo que se diga de la economía en la era Trump, las remesas casi alcanzaron el inimaginable monto de $40 mil millones de dólares, siendo las más altas en toda la historia de nuestro país y me atrevería a pensar que del mundo.
Muchos de esos migrantes viven en la incertidumbre migratoria desde hace años, siendo usados por los dos partidos que gobiernan en Estados Unidos. Pero cada año se suman cientos de miles de personas a dicha incertidumbre que es menor a la incertidumbre del hambre o la inseguridad publica que les amenaza en muchos pueblos y ciudades de nuestros propios países.
Uno puede estar a favor o en contra de la inmigración indocumentada, misma que también tiene sus pros y sus contras en las economías de los americanos, pero ese no es el punto de este día. El punto es advertir que de darse la propuesta migratoria Biden cambiará el mapa político de EUA para siempre, pero de no darse generará un rencor por parte de los que se la jugaron con los demócratas para resolver la situación de sus familiares inmigrantes y nuevamente fueron engañados.
BIDEN VA POR LA “ENCHILADA” COMPLETA
A inicios del milenio el Presidente Mexicano Vicente Fox decía que había que tratar de conseguir “la enchilada completa” al referirse al tema de los migrantes mexicanos en el país del “tío Sam”. Pues la propuesta de Joe es así de ambiciosa y no hay pretexto para que no se apruebe, los demócratas controlan la mayoría en las dos Cámaras del Congreso americano. Por eso digo que sí quieren pueden hacerlo.
La propuesta daría un camino seguro para que cuando menos 11 millones –creo que son como 15- de personas obtengan primero la residencia legal y en 8 años es decir en dos elecciones federales, la ciudadanía.
Esos 11 millones de votos casi darían la seguridad electoral al partido demócrata en las elecciones federales de décadas por venir y seguro rescatarían los gobiernos locales de cuando menos Florida, Texas y Arizona. La regularización de los migrantes sería la “enchilada completa” para el partido demócrata que en la elección del pasado 2020 disminuyó de manera importante el voto latino que prefirió votar por Trump y sus resultados económicos.
El proyecto Biden “Enchilada Completa”, daría documentos migratorios temporales a todos los que hayan entrado a EUA antes del día 1 de enero del 2021 y les impondría obligaciones simples como el pago de impuestos y otros tramites menores para que en 5 años pudiesen acceder a la ciudadanía.
El proyecto daría documentos de residencia permanente inmediata –“greencard”- a los trabajadores del campo y a los inmigrantes llamados “Dreamers” y la consecuente posibilidad de ser ciudadanos en 5 años.
La crítica más fuerte a la propuesta se basa en que la misma alentaría mano de obra barata en competencia de la mano de obra de los millones de ciudadanos desempleados especialmente minorías que hay sido despedidos por los encierros económicos durante el Covid19.
SE REABRE LA VÁLVULA DE ESCAPE SOLCIAL
En los 80´s miles de inmigrantes latinoamericanos se arriesgaron a cruzar sin documentos al saber que Reagan daría documentos migratorios a cualquiera que pudiese demostrar que había entrado a ese país antes de que la propuesta entrase en vigor. “IRCA” la llamada amnistía propuesta y firmada por el entonces Presidente Republicano, regularizó a millones de mexicanos y a sus familias a lo largo de 40 años, y fue aprobada por los Republicanos y Demócratas, pero tenía una trampa. Dicha ley creo el “castigo” en contra de los empleadores que de ahí en delante contratasen a personas indocumentadas. Naturalmente miles de personas compraron documentos laborales o cartas de reconocimiento para poder ser parte de la “amnistía a pesar de no haber estado en el país antes de que entrase en vigor, pero esto era de esperarse y también lo es ahora, lo que no era de esperarse es que la próxima generación de trabajadores populares tanto legales como indocumentados que siguieron llegando a EUA fuesen ganando cada vez menos, ya que los patrones les ofrecían menos a los nuevos indocumentados y si estos se quejaban, pues simplemente aparecía la migra y se acababa el problema.
Con la nueva amnistía se generará una ola de inmigración muy importante, y claro veremos cuáles son las consecuencias en ese país. Para México y centro américa es la forma mediante la cual podemos sacar presión social “exportando” personas que de otra manera se sumarian a los millones de desempleados o de personas en la economía informal.
Entre otros puntos importantes la propuesta elimina los llamados “castigos” de 3 y 10 años a los extranjeros que hayan sido detenidos sin documentos migratorios o que habiéndolos tenido han violentado el visado que les permitió entrar legalmente, en ese caso están los que viajando con visa de turista se van a trabajar. En la nueva propuesta los que sean deportados por entrar sin papeles o por mal uso de su visa ya no tendrán que esperar esos años para poder aplicar por visas para entrar nuevamente al territorio norteamericano.
Para todos hay en la propuesta de inmigración. También se aumenta a casi el doble el numero de visas para refugiados que en su mayoría arriban de los países musulmanes, ellos se asientan en los Estados de la zona de los grandes lagos, mismos que Biden ganó con estrecho margen y en los cuales Trump tuvo apoyo decisivo en el 2016.
EUA REGRESA A SER EL “POLCIA” EN LATINOAMÉRICA Y DE OTRAS REGIONES.
La propuesta de Biden para dar ciudadanía a millones de hispanos y de cientos de miles de musulmanes, viene con $4 mil millones de dólares para “luchar” en contra de la corrupción en nuestros países. Es decir, ahora además de certificar a los países por la lucha contra las drogas, parece que se nos certificará por la lucha en contra de la corrupción. Ojalá y esta nueva certificación sean más eficiente que las que se aplican en el tema de drogas, porque ha sido evidente que dicha certificación no muestra la realidad de los países, sino que es una herramienta política de Washington para presionar a los Presidentes de la región.
También autoriza “ampliar” las operaciones policiacas en el extranjero. Eso seguro será un éxito político para los usos de operaciones mixtas encubiertas como en la que se detuvo al chapo Guzmán, pero habrá que saber si los policías americanos estarán armados o solo vendrán como observadores. De todos modos, harán lo que quieran, que para eso pagan enviando dinero directo en programas como el llamado “Mérida” o indirecto como en las famosas remesas. ¿Qué tan caro es que nos ayuden a resolver nuestros problemas?
¿Hasta cuándo deberemos estar a expensas de que otros países resuelvan nuestros problemas?, ¿cuál es el precio que debemos soportar los países “beneficiados”, por que otro país, admita a nuestros connacionales y nos resuelva una gran parte del tema de pobreza extrema?, ¿cuál es el limite de las operaciones policiacas en el extranjero que se plantea Biden?
Veremos si el habitante de la Casa Blanca logra su enchilada completa y de ser así cuáles son los efectos electorales en el 2022 y en el 2024 y cuáles son los efectos de esa política en nuestros flujos migratorios tanto de mexicanos dejando el país, como de centro americanos pasando por el nuestro.
Por lo pronto millones de ciudadanos del mundo, muchos ya en EUA y otros en sus países natales, esperan ansiosos ver si el “tren Biden” les cumple su sueño americano. Desde las principales ciudades de EUA ya se envían recursos para que los parientes paguen o de menos aparten los “pasajes” del tren llamado “la Bestia” y todas sus “caravanas”, que ya están subiendo de precio ante la posible apertura del “sueño americano” y los traficantes alistan su agosto, en tanto que miles de centroamericanos se preparan para subirse al tren del destino en busca del sueño que para muchos se puede convertir en pesadilla.