En definitiva no es lo mismo lo que conviene y la conveniencia de uno u otro grupo.
Hoy planteó una pregunta en este espacio: ¿Cuántos de nosotros nos hemos dado el tiempo para leer los planes de desarrollo federal, estatales y municipales o delegacionales de cada administración? Mismos que se anuncian con bombo y platillo y que en términos reales que no prácticos, se entregan en una especie de documento o libro –incluso en los tiempos modernos de lo digital–, acompañados de un evento que sirve para dar presencia al gobernante en turno, y en cuyo discurso de por medio se habla que en ese planteamiento se plasman los proyectos convenientes para la nación o cierta comunidad en particular.
En estricto, un plan de desarrollo es el instrumento de gestión que dicta las líneas a seguir para el desarrollo social, económico, productivo y demás de un territorio y en este se sientan las bases con las que se atenderán las necesidades de la población con el objetivo primordial de mejorar la calidad de vida de todos quienes ahí residen o incluso tienen ahí su trabajo u ocupación.
Cualquier plan de desarrollo debe contemplar, como se ha escrito líneas arriba, el interés de todos y conciliar.
En esa tónica, no deberían existir acciones bajo el amparo y aval de la administración en turno para proveer el provecho de unos y el perjuicio de otros.
Sepa usted, amable lector, que en los municipios mexiquenses de Huixquilucan y Naucalpan, el requerido plan de desarrollo se obviará por intereses particulares de los desarrolladores.
A estas alturas de cómo se manejan los dineros del país que son de usted y míos, ilusorio sería pensar que los desarrolladores y constructores dejarían de hacer los negocios previamente amarrados y en donde incluso puede haber amenzas tipo gánster –de las que se cumplen pues–, si se tocan los negocios de quienes se creen dueños de un espacio que no deja de generarles millones y millones de pesos: Léase Naucalpan y la familia de Azucena Mendoza.
Así, que otro rubro para casar delincuentes es el de revisar nuestros planes de desarrollo, anotar quienes los signan y cuál es su seguimiento.
No es casual que en municipios mexiquenses como el mismo Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán todo se pudra, independientemente del color político del alcalde en turno.
Acta Divina… David Sánchez Guevara, presidente municipal de Naucalpan, Estado de México, convoca a todos los sectores a participar en el Plan de Desarrollo del municipio.
Para advertir… Los gobiernos convocan a reuniones públicas para opinar pero en donde se cierran los acuerdos, son muy privadas.