La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los políticos plásticos no se degradan…¡pero como se denigran!
En julio de 2018 Ricardo Ahued, junto con Rocío Nahle, fue elegido por los ciudadanos veracruzanos como senador de la República por el principio de mayoría relativa, la fórmula obtuvo poco más de un millón 800 mil votos, registro récord en un proceso electoral.
En teoría, ambos personajes adquirieron un compromiso (lo postularon durante la campaña), para representar a la entidad en el Pacto Federal y con ello obtener beneficios presupuestales para el bien común, sin embargo, por intereses personales y de partido, los dos han botado el cargo.
En el caso del ex alcalde de Xalapa, le importó nada la opinión de sus electores y abandonó la posición para ir como titular a la Administración General de Aduanas, luego de no poder con el puesto, lo dejó para volver a la cámara alta.
Ahora, anta la falta de un candidato competitivo que busque conservar la alcaldía de la Atenas Veracruzana para MORENA, presto, el empresario se apunta y deserta de sus funciones legislativas una vez más, total, si pierde, retorna al escaño y no pasó nada.
Insistimos, recorrió Veracruz de norte a sur pidiendo el apoyo para ser electo, pero para tomar la decisión de plantar a sus simpatizantes, no consulta más que a los patrones.
Ojalá que, de ganar los comicios, Ahued no cambie de ánimo y deseche la responsabilidad para ir en busca de otra aventura, por ejemplo, practicar el salto de trampolín, se nota que se le da. Y eso que no hablamos de sus cambios de ‘chaqueta ideológica’.