Francisco Gómez Maza
• La experiencia piloto, en Campeche; ahí no pega fuerte el coronavirus
• Noticias alentadoras de las reservas internacionales del Banco de México
Habrá que confiar en que no se equivoquen las autoridades, las de salud, las de educación y el presidente de la república, en su decisión de reabrir las escuelas de educación primaria en Campeche, cerradas obligadamente por la pandemia del nuevo coronavirus. Campeche no ha sido tan maltratado por el coronavirus.
Un año y lo que va de 2021 una gran porción de escolares de todos los niveles educativos estuvo a expensas de nada. Son muy pocos los que disponen de un dispositivo – computadora, tableta, celular– para participar en las clases virtuales.
La mayoría de los educandos perdió el año 2020 y pierde el 2021, no sólo por la pandemia, sino principalmente por la pobreza, porque quedan abandonados en casa, pues los papás tienen que salir a buscarse unos quintos para comer, porque no tienen una computadora, y no la podrán obtener en muchos años.
Imagine usted a una familia con cinco niños y niñas de primaria. Con un ordenador no es suficiente. Obligadamente deberían ser cinco. Y cómo los adquieren en medio de la pobreza. Además, deberían de tener a su lado, frente al ordenador, un guía, generalmente la mamá, para orientarlos. Mejor se dedican a ir a la calle a jugar, todo el día, con los vecinos de su edad.
No creo que fuera exagerado asegurar que la generación que ingresó a la primaria en 2020, el primer año de la Pandemia, será una generación perdida.
Infinidad de niños pasan su vida desde que amanece hasta que se hace media noche, en juegos infantiles; solos porque sus papás no pueden atenderlos.
Dichosos los niños que tienen una madre maestra que, mientras da sus clases a través de la internet a sus alumnos, aprovecha el tiempo para orientar a su hijo o hija, que recibe clases de su maestro o maestra desde la escuela en la cual está inscrito.
Los niños, por ejemplo, aparte de no recibir clases, de no estudiar, sufrían problemas sicosociales, como la ausencia de sus condiscípulos, de sus amigos.
Era pues urgente que las autoridades decidieran reabrir las aulas de los centros escolares, y aprovecharon que el estado oriental de Campeche ha sido el menos dañado por el nuevo coronavirus, además de que su personal docente estaba ya vacunado, para reiniciar las labores educativas el lunes 19 de abril. Todo fue alegría ese día en las escuelas primarias del estado campechano.
El plan de las autoridades es ir abriendo poco a poco las escuelas en otros estados de la Federación. Ayer martes 20 inició la vacunación de maestros en otras cinco entidades federativas con un número relativamente bajo de infecciones de coronavirus.
Pero las clases, en Campeche, y presumimos que así se hará cuando se abran las escuelas en otros estados de la Federación, se imparten a pequeños grupos de niños, manteniendo la sana distancia, de un pupitre a otro. Y los alumnos llevan los incómodos cubre bocas y la calurosa y asfixiante careta transparente. Vas vale.
A DESFONDO: El Banco de México continúa, semana tras semana, dando noticias alentadoras en torno a su estado de cuenta semanal. En la semana que terminó el 16 de abril, las variaciones relevantes en el estado de cuenta fueron: Aumento en la reserva internacional por 245 millones de dólares. Así, su saldo al cierre de la semana ascendió a 195,247 millones de dólares. La base monetaria (billetes y monedas en circulación y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México) disminuyó 3,962 millones de pesos, alcanzando un saldo de 2,143,453 millones de pesos. Esta cifra implicó una variación anual de 19.8%. El crecimiento de la base monetaria se ha incrementado debido en parte a factores asociados a las medidas sanitarias implementadas en el país, que habrían aumentado la demanda de efectivo por parte del público como medio de pago. La cifra alcanzada por la base monetaria, al 16 de abril de 2021, significó un incremento de 353,741 millones de pesos. respecto a la misma fecha del año anterior.