En una etapa más de a guerra contra los combustibles fósiles, el Gobernador de California Gavin Newsom anunció el pasado viernes que “ha instruido a las autoridades ambientales” de su entidad para que suspendan la emisión de permisos para la extracción de petróleo por “fracking” y que planteen una ruta para la suspensión de todo tipo de extracción petrolera para el 2045. California es el mercado más grande del mundo para los vehículos de combustión interna y hoy en día también es el más grande para los vehículos eléctricos, por lo que el camino que ponga dicho mercado podría imponer tendencia mundial.
Esta medida se suma a la de eliminar los automóviles de combustión interna que ya ha iniciado en varias ciudades del mundo, en dicho Estado se prohibirá la venta de ese tipo de autos para el 2035, tema del que ya hemos halado en este espacio. Hace años visité la planta de Ferrari en Italia, durante el recorrido nos explicaron que una gran parte del diseño y enfoque comercial de dicha afamada marca de vehículos estaba dirigida especialmente para el consumo en el estado de California. Por lo que estos movimientos son de gran trascendencia.
La idea es utilizar plantas de generación eléctrica a partir del sol y el viento para sustituir al 100% a los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, incluso el gas natural o la energía nuclear han sido puestos en la lista de los “indeseables”.
Por lo pronto la pregunta sigue en el aire ¿cómo generaremos toda esa energía? y ¿qué contaminantes novedosos traerán dichas tecnologías “renovables”? “ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre decía” decía mi abuela. La transición a energías alternas debe ser coherente y no olvidar que habrá zonas que deban utilizar energías mixtas, pero por lo pronto parece que la tendencia es adiós a todo lo que no sea eléctrico.
La apuesta de California va como vanguardia de las políticas públicas que impulsa el Presidente de los EUA a nivel mundial, mismas a las que China, Rusia y la India no se han sumado, o al menos no lo han hecho con la misma prioridad.
En algún momento se tendrá que decidir si adquirir productos hechos en países con uso de petróleo a pesar de que su aire nos llegue a todos o de plano pagar más por consumir lo que se produzca en países con “cero emisiones” suponiendo que en realidad haya algo así como “cero”. Es por eso que el termino “cero” se adjetivo con la palabra “netas” es decir que sí habrá emisiones pero se trataran de compensar con otras medidas que supuestamente generarán contrapesos.
La semántica y la propaganda juegan un papel muy importante en estos anuncios, porque no se dice el impacto de las nuevas tecnologías y los recursos naturales como el agua que se verán directamente afectados para poder generar los insumos minerales que utilizan a gran escala las nuevas tecnologías y la huella de carbón o de otros tóxicos que ahora deberíamos ya empezar a medir para que no nos pase lo mismo a futuro. Es decir no esperar a “tapar el pozo, ya ahogado el niño”.
Por lo pronto, el valor de las acciones bursátiles de las empresas que se dedican a poner estaciones de carga eléctrica para vehículos, han subido en más de un 1000% en menos de 3 años, es decir que si usted invirtió $1 peso ahora tiene mil.
VALOR DEL MERCADO DE ESTACIONES DE CARGA ELECTRICA VEHICULAR
Según un estudio publicado por “Fortune Business Inside”, el valor de las estaciones de carga eléctrica en el mundo estaba valuado en $39 mil millones de dólares allá en el lejano 2019. Dicho estudio contemplaba que dicho negocio tendría un valor de cuando menos $120 mil millones de dólares para el 2027. Si nos enfocamos en los EUA, el valor del mercado, es decir la facturación por este tipo de negocio era de $2.8 mil millones de dólares para el 2019. Estudios del Departamento de Transporte de dicho país indican que para el 2028 dicho mercado tendría un valor de cuando menos $28 mil millones de dólares, es decir 10 veces más grande al actual. En dichos estudios no se contemplaban las ambiciosas medidas implementadas por la nueva administración Biden, lo que nos lleva a asegurar que el valor accionario de dichas empresas se elevará por las nubes en los países Occidentales. Pero China no se queda atrás, el Gobierno de dicho país ha implementado programas para la instalación de dichas estaciones aunque a un paso mucho más modesto, para continuar usando su actual infraestructura.
He de decir que para China el cambio puede ser menos costoso ya que hace 4 décadas China casi no tenia autos ni mucho menos autopistas, por lo que la inversión en vehículos de combustión interna y sus servicios ha sido menor y está menos arraigada en su sistema interno, esto a pesar de que su crecimiento económico “reciente” le ha permitido el nacimiento y reproducción acelerada de una clase media y media alta que altísimamente es consumista.
En lo que China hará su nuevo agosto es en ser el proveedor de más del 80% de las partes que se requieren para construir los vehículos eléctricos de todo el mundo. Nada malo si todos los occidentales deciden dejar de usar otras tecnologías y depender de China como pasó con los equipos médicos en el 2020.
El negocio se vera influenciado por la capacidad de las redes eléctricas de cada país, debemos recordar que los nuevos equipos usan mucha más energía, misma que deberá ser distribuida por los tendidos de cableado que también deberán ser modernizados. El consumo eléctrico per cápita se disparará aun más con los usos de criptomonedas y cocinas eléctricas entre otras nuevas tendencias.
DE MARTE NOS LLEGA EL EJEMPLO
Resulta muy interesante y de hecho un poco irónico, que en marte la NASA ya haya producido oxigeno a partir del Dióxido de Carbono o CO2 que es el gas que aquí en la tierra queremos eliminar. El pasado viernes la Agencia Espacial de los EUA informó que su vehículo espacial “Perseverance” había logrado convertir parte del aire de dicho planeta en oxigeno. El planeta “rojo” tiene una atmosfera compuesta por CO2 en un 96%. En la tierra el promedio del Dióxido de Carbono es de menos del 0.5% con un contenido de Oxigeno del 78% promedio.
Este “milagro” de la ciencia nos da idea de que aquí en la tierra, no hemos hecho suficiente. La razón para dicho experimento es “dinero”, para poder enviar cohetes o astronautas a colonizar, deberían enviar millones de toneladas de Oxigeno empacado en tanques. Eso es incosteable e insostenible, por lo que se logró desarrollar una tecnología que a base de calor disocia las moléculas del CO2 y deja solo al Oxígeno dejando el monóxido de carbono por separado como un desperdicio, mismo que seguro algún día verán en que usar. Dicha tecnología esta en sus inicios pero se esta pensando instalar también en la Luna, para poder derretir las placas de hielo que están en sus polos y en su caso generar el invaluable gas que nos permite sostener la vida.
Les agradezco el tiempo que se toma para leer esta columna y le deseo a usted y a su familia una excelente semana. Bendiciones.