La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Aquí la paradoja es que el enano no creció
Contrario a lo que pudiéramos suponer, en Veracruz el principal adversario, del presidente López Obrador, no es Miguel Ángel Yunes Linares, ni las huestes de Javier Duarte o Fidel Herrera Beltrán, para nada, su principal obstáculo se llama Cuitláhuac García Jiménez.
En efecto, el gobernador de la entidad, es una auténtica calamidad para los intereses de la 4T, aun cuando es un cuadro salido del establo morenista, literal.
Los problemas con el ‘góber sabadaba’ no tienen que ver con la falta de lealtad, sino, con que todo lo hace mal y acaba enredando las cosas por su falta de oficio político, o sea, es un chivo suelto en la cristalería del Palacio Nacional.
Por más giras de trabajo que hacía por la entidad para saludar a los paisanos y reforzar la imagen de su discípulo, el ‘tabascruzano’ Andrés, de plano decidió poner distancia, porque Cuitláhuac es más tóxico que una fuga en Laguna Verde.
Cuando las cosas no marchan del todo bien para sus candidatos, el mandatario estatal decide reprimir maestros, encarcelar opositores, minimizar la violencia, despreciar a los colectivos de familiares de personas desaparecidas y otro tipo de impericias, que sólo aumentan el desprestigio de su administración, para con ello incrementar el voto de castigo.
Los trascendidos sobre el malestar que permea en el altiplano y los contendientes locales, por los despropósitos de García Jiménez, van en aumento, por lo tanto, no sería extraño que después del seis de junio le buscaran sustituto, porque de lo contrario, también se tendrían que despedir de la gubernatura en 2024.
Ni hablar, el caballo de Troya se incubó en la panza de la 4T ¿cuántos más habrá?