Buenos Aires, Argentina-. Desde la semana pasada, la mayoría de los argentinos solo podrá salir a la calle entre las 6 de la mañana y las 6 de la tarde, y solo podrá desplazarse cerca de sus casas. Las escuelas y negocios no esenciales quedarán cerrados. También se prohibirán los eventos sociales, religiosos y deportivos.
Con este cierre total de la vida pública, que durará hasta el 30 de mayo, el Gobierno argentino espera frenar el vertiginoso aumento de contagios de SARS-CoV-2. Otro confinamiento total se llevará a cabo el fin de semana entre el 5 y 6 de junio.
“Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia”, dijo el presidente Alberto Fernández cuando anunció la nueva medida. “Necesitamos cuidarnos como nunca antes para evitar todas las pérdidas que podamos”, remarcó.
Esta semana, el país batió sus récords desde que empezó la pandemia. El martes (18.5.2021) llegó a 744 muertes y un día más tarde reportó 39.652 casos nuevos. En relación con su población de 45 millones de habitantes, se trata de unas de las tasas diarias más altas del mundo.
El rápido aumento de casos ha puesto a prueba a los trabajadores de funerarias, cementerios y crematorios del país, quienes amenazan con un paro nacional si no son vacunados pronto contra el COVID-19.
También los trabajadores de los hospitales están al límite, debido a que en esta segunda ola las unidades de cuidados intensivos están copadas. La propagación de las variantes más contagiosas, la británica y la brasileña, en medio de una una floja campaña de vacunación han hecho que las cifras de contagios se disparen.
A pesar de que Argentina fue uno de los primeros países de América Latina en empezar a vacunar, los retrasos en la llegada de las vacunas ralentizaron considerablemente la campaña. Hasta el momento, solo el 4,7 por ciento de la población ha sido completamente inoculada, mientras que el 18,5 por ciento ha recibido su primera dosis, según el ministerio de Salud.
El Gobierno de Fernández espera que la campaña de vacunación se recupere a medida que lleguen más dosis de AstraZeneca y Sputnik V, como está previsto que ocurra en un futuro próximo.
Cuando termine la cuarentena estricta, los argentinos podrán volver a las mismas medidas que estaban en vigor. Es decir, las escuelas volverán a abrir y las actividades no esenciales podrán reanudarse siempre que no sean en espacios cerrados.
También seguirá habiendo un toque de queda cuando termine la cuarentena total. Sin embargo, será un poco más relajado, a partir de las 8 de la noche, en lugar de las 6 de la tarde. El cierre de la vida nocturna ha estado en vigor en los centros urbanos desde principios de abril.
Alberto Fernández ha enfrentado críticas por sus medidas para cortar la curva ascendente de casos de coronavirus. Manifestantes han salido a las calles en varias ocasiones este año para expresar su descontento por medidas como el toque de queda o el cierre de escuelas, que luego fueron revocadas.
Este cierre total es similar al duro confinamiento que Fernández implementó al comienzo de la pandemia, entre marzo a julio de 2020. Esa fue una de las cuarentena más largas del mundo y afectó duramente a la economía argentina. Ahora, Fernández ha anunciado un paquete de rescate económico para apoyar a los sectores más afectados.
Con información y vídeo de EuroNews.