NI PINTO NI COLORAO
Víctor Hugo Mondelo
Aparte de San Miguel de Allende, por manos del PRI, de Salamanca donde (a pesar de un mal gobierno) repite Morena -como derrotas- a un panismo aplastante en Guanajuato; Silao representa, sin duda, el descalabro más doloroso para el partido azul en el estado. Municipio donde se sitúa el Aeropuerto del Bajío, los parques industriales más pujantes del centro del país, como el FIPASI o el Puerto Interior y la gran armadora de coches de General Motors. Logra de manera inesperada poner la pica de Flandes la 4T en el corazón del Bajío.
En estas elecciones hubo notables lecciones para todos los partidos y movimientos políticos de un país dividido en el encono:
Morena perdió más de quince millones de votos conforme a la elección del 2018, perdió gran fuerza en el Estado de México y sorprendentemente en la CDMX donde por primera vez desde 1997 fue derrotado en la mayor parte de las alcaldías otrora delegaciones; aparte de restar 50 diputados en el congreso federal. Sin embargo, ganó todos los estados del Noreste y la mitad de congresos estatales en el país.
El panismo por su parte vivió una especie de renacimiento conforme a la desastrosa elección del 2018 quien de manera solitaria y en alianza se vio en relativa mejoría, sobre todo al recuperar 39 escaños en la cámara de diputados federal, el PRI, aunque en las sombras, también recuperó un total de 25 diputaciones.
Los candidatos si cuentan
Ricardo Sheffield a inicios del 2021 anunciaba con bombo y platillo su salida de la PROFECO, la cual le dio una importante tribuna todos los lunes a nivel nacional en las mañaneras de Andrés Manuel López Obrador, para convertirse en el candidato de Morena a la alcaldía de León Guanajuato, empezó una campaña donde su soberbia creó una antipatía notable con gran parte de la población.
En Silao, el secretario de ayuntamiento, se lanzaba con espectaculares por todo el municipio con la leyenda de: En Silao Hay Gallo. Morena tuvo dos precandidatos que llegaron al final de la justa, Carlos García Villaseñor y Fito Alcalá Ramírez apoyado por la senadora Malú Micher. Al final, el enfrentamiento quedó entre el llamado Gallo y Carlos García quien tres años antes había perdido la elección contra Toño Trejo.
Ricardo Sheffield empezó su campaña con problemas con dirigentes de Morena, a los cuales amenazaba de tener línea directa con el presidente si no hacían su voluntad. Cometió el garrafal error de criticar asuntos del Club León. Empezaron a circular videos donde tianguistas de frente le decían chaquetero, chapulín y le negaban su apoyo. Se enfrascó, aparte, en varios pleitos con la Cámara del Cuero y el Calzado quienes le negaron el acercamiento con sus miembros, e incluso llegó a verse rijoso con un reportero del A.M. ante un cuestionamiento por la estrategia fallida de la 4T ante la inseguridad de abrazos no balazos.
En Silao, el candidato del PAN presumía encuestas muy favorables en las redes sociales pero el escándalo del robo de 28 mil balas a la policía municipal reportada en marzo hizo eco negativo en la campaña del defensor de las peleas de gallos. Por su parte, Carlos García, llevó a cabo una campaña sin mucha faramalla, recorriendo las comunidades y rancherías donde se reunía con delegados y líderes sociales para hacer una detección de necesidades muy específicas.
Sheffield por su parte empezó a perder la cordura, que terminó con la renuncia de gran parte de su planilla lo cual devino al final en una nueva derrota, por demás vergonzosa como hace tres años que deseaba la gubernatura del estado, ahora contra la panista Alejandra Gutiérrez, quien lo apaleó con una diferencia casi de 3 a 1.
Alejandro Peña Gallo volvió a equivocarse groseramente al decidir no participar en el debate de los candidatos a la alcaldía silaoense en el IEEG, esto sumado a la adhesión de personajes non gratos para el pueblo de Silao, envueltos en escándalos. Tal vez, la estrategia de prometer el regreso de las carreras de caballos y las peleas de gallos en vez de otros asuntos prioritarios como agua, pavimentación o salud para el sector rural y urbano no cuajaron en los ánimos del electorado.
El día de la elección, el pasado 3 de junio, cuando inició el PREP, Carlos García Villaseñor contaba con una pequeña ventaja de solo 280 votos, lo cual revirtió el Gallo en la madrugada del lunes 4 de junio quien daba la vuelta y tomaba una ventaja de 200 votos. El miércoles 9 de junio en la noche, ante un tenso recuento de los votos se dio lo que parece la ventaja definitiva de por tan solo 869 votos a favor del candidato de Morena. O sea 19,936 de Morena contra 19,067 del PAN, final de fotografía, el fenómeno democrático de la alternancia.