* Tras los excesos de sus policías municipales que derivaron en la muerte de la joven doctora de 29 años, Beatriz Hernández, el edil habla de “maniobras políticas” en su contra para encubrir la brutalidad de sus elementos, tratando de aparentar un claro feminicidio como si se tratara de un suicidio; la opinión pública del estado y del país exigen castigo no solo a los elementos de seguridad sino también al irresponsable alcalde que se negó a implementar el Mando Coordinado
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez 7 @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Con el agua hasta el cuello y sin salvavidas de emergencia, el alcalde morenista de Progreso de Obregón, Hidalgo, se alcanzó la cachaza de señalar “maniobras políticas” en su contra por la detención de siete policías de sus policías municipales por la muerte en galeras de la doctora Beatriz Hernández, de 29 años.
En tanto la indignación se generaliza en el estado y el resto del país, por el brutal hecho.
Sin sentido de las proporciones o la mínima coherencia, el edil Armando Mera, porfía en la insultante versión policial de “suicidio”, la defiende en comunicados oficiales y arremete contra la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH). En boletín oficial de la Presidencia Municipal, expone lo siguiente:
“Con motivo de los hechos ocurridos, de conocimiento público, siete servidores públicos, entre los cuales se encuentran policías y auxiliares administrativos, tres mujeres y cuatro hombres, han sido ilegalmente privados de su libertad por agentes de la Procuraduría, cuando éstos acudieron voluntariamente como testigos en la carpeta de investigación con la finalidad de coadyuvar con el esclarecimiento de los hechos, como “sea” (siiic) venido haciendo. Así mismo se destaca que personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo de más de 10 patrullas y 50 elementos acudió a las 05:00 horas de la mañana a las oficinas de Seguridad Pública, para despojar de sus armas al municipio (recontra sic).
“Ante tales hechos -abunda el alcalde Mera-, el gobierno municipal destaca que esta acción no ha cumplido con los principios básicos legales, ya que se debió acudir a la Sedena. Por esto, el gobierno municipal comunica a la ciudadanía “progresénse” ( ¡¡¡triple sic¡¡¡) que la seguridad y la paz social del municipio está garantizada (¿?) con el acuerdo entre la Guardia Nacional para todas las funciones de seguridad pública del municipio”
(Respetamos la parrafada y la particular sintáxis, notamos que es fácil identificar las influencias en el alcalde en cuanto a ficticios escenarios de seguridad y paz social, la conjugación del verbo haber, por un lado, y por otro, la confusión de conceptos constitucionales como municipio, noción política que comprende territorio, gobierno y población…)
¿QUÉ CREEN? ¡SE SUICIDÓ!
El padre de la doctora Beatriz, Cirilo Hernández, declaró a medios locales que “me comunicó mi hermana, que mi hija estuvo en un choque, pero que no hubo nada grave, ningún herido… por eso me extrañó mucho que la hayan llevado a los separos. También me llamó la atención que al llegar a la barandilla para solicitar ver a mi hija, me recomendaron apurarme, porque ya la iban a llevar al Ministerio Público. La vi tirada en el piso, que tenía algunos golpes leves por forcejeos con agentes, pero pues se sabe que éstos saben golpear sin que se vean huellas…”
Dijo que después de salir del recinto policial, fue a ver los autos, para verificar la cuantía de los daños, “y en ese momento, me avisaron que la llevaron de urgencia a una clínica cercana. No habían transcurrido ni 15 minutos que había visto a mi hija en los separos. Cuando llegué a la clínica me dijeron que había fallecido”.
En otro comunicado, el alcalde Mera dice que después de irse el padre de Beatriz “en cuestión de instantes, ella decide colgarse de la galera con un pedazo de tela… eso lo vio un agente por medio de la video-cámara y fue llevada a urgencias…”
Como nadie, comenzando por el gobierno estatal, quiso tragarse sus patrañas, el alcalde emitió más comunicados donde dijo: “El gobierno municipal reprocha rotundamente las acciones tomadas por las autoridades estatales, en las cuales es evidente una persecución política” y que los hechos “se utilicen políticamente para un linchamiento mediático”.
¿DE DÓNDE LO SACARON?
Antes de que los “buscadores de talento” de Morena “descubrieran” las grandes cualidades de político que durante años mantuvo ocultas, Armando Mera Olguín, entre otras ocupaciones, se ostentaba como “líder” del pomposo membrete “Movimiento por la Dignidad de Progreso” (¡sopas!), donde se dedicaba, como tantos otros pillines, a embaucar incautos.
Por una temporada anduvo en las sombras, quizá ocultándose de inocentes defraudados, hasta que “reapareció” en la búsqueda de notoriedad por medio del enfrentamiento con la autoridad, en esa ocasión, en calidad de Secretario General de “Mercado de Progreso”, A.C. , localizado en el municipio que hoy gobierna.
Solicitó permiso al Ayuntamiento para cerrar la calle Plaza de la Constitución Sur, “para dar mantenimiento a los locales”.
La autoridad municipal negó el permiso, entre otros detalles, porque la tal organización no estaba al corriente en sus contribuciones, ya que de forma contumaz evadía el pago; quería el cierre por 41 días, lo que generaría fuertes trastornos a los comerciantes establecidos y cumplidos de la zona y a la población en general y, en suma, porque en los archivos no se encontró ninguna solicitud de licencias de construcción para remodelaciones dentro del mercado municipal.
Ante el rechazo, Vera Olguín amenazó “con el uso de la fuerza popular”. Claro solo fue “soflamería”, puro cuento, pues.
Pero en Morena se tragaron enteritas sus patrañas de ostentarse como “aguerrido líder social”, le hicieron candidato, llegó a presidente municipal.
Y miren lo que hace.
¿DONDE ESTÁN LAS DIPUTADAS?
El escándalo de la muerte de la doctora Beatriz Hernández rebasa el estado de Hidalgo y se extiende a todo el país; las organizaciones feministas y de todo tipo hacen pronunciamientos vigorosos por la justicia obligada por medio de una rigurosa investigación del caso.
Pero quizá no debería asombrarnos que en rumbos de Morena nadie diga esta boca es mía.
Pero hay dos casos patéticos, con las diputadas recién electas por la zona de Progreso de Obregón: Lisset Marcelino Tovar, quien logró la reelección por Mixquihuala y Ciria Yamile Durán.
Para estas representantes del pueblo, primero está la “disciplina” partidista, el acatamiento de las directrices de YSQ, que atender, aunque fuera de dientes para fuera, el dolor de los supuestos representados.
No hay feminismo que valga en la 4T. Solo la obediencia ciega.
Muy ciega, por cierto.
Ni siquiera un lazarillo que les acompañe a ver la irresponsabilidad del alcalde que, por sus pistolas, nunca aceptó en su municipio el funcionamiento del Mando Coordinado.