En los últimos 3 años, Pemex aumentó aceleradamente sus emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que la organización México Evalúa, situó a la petrolera en el tercer lugar de compañías energéticas más contaminantes.
Lo anterior se debe principalmente a que la petrolera ha centrado su producción en dos actividades: la exploración y producción de crudo, y la refinación de petróleo, ambas con un 15% más en el último año.
Por lo que desde 2018 la emisión de gases de contaminantes ha aumentado; en 2019 la emisión aumentó un 11.6 por ciento, y en 2020 un 12.75 por ciento.
Esto quiere decir que, en 2020, Pemex produjo 105 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo cual es suficiente para llenar más de 30 mil albercas olímpicas.
Esto lo sitúa como la tercer compañía energética más contaminante del mundo, después de Guanghui Energy, de China y Parsley Energy, de Estados Unidos, según la escala de riesgo de Sustainalytics, quien ha dado una calificación de 56.7 puntos a Petróleos Mexicanos.
Metas incumplidas, y causas de los riesgos ambientales
En 2013, la petrolera delineó un plan de acción con una serie de metas de adaptación y mitigación del cambio climático, pero los objetivos delineados ya no aparecen en los nuevos planes de la compañía,
No solo en México se ha descalificado a Pemex, desde Estados Unidos, el Instituto de Responsabilidad Climática también señaló que la petrolera se encuentra dentro de las 10 compañías energéticas que más efectos negativos tienen en el ambiente.
Esto trae consigo tanto riesgos para el medio ambiente como para las finanzas del país, por ejemplo:
En cuanto al medio ambiente, México Evalúa toma como referencia la refinería de Tula, Hidalgo, en la que de 2018 a 2019 aumentó un 32 por ciento la emisión de dióxido de carbono y 69 por ciento el óxido de azufre que causa lluvia ácida y problemas pulmonares.
Por otro lado, no hay registros claros del uso y desecho de aguas, pero después de algunas evaluaciones, el 11 de noviembre de 2018 la Cofepris declaró riesgo sanitario en la zona.
Además, en junio de 2020 la Secretaría de Salud declaró emergencia ambiental en 135 poblaciones de Tula.
En el ámbito financiero, actualmente la escala de riesgo de ESG (datos ambientales, sociales y de gobernanza) de una empresa, comienza a cobrar cada vez más importancia entre los factores a considerar de los inversores.
Según México Evalúa, “Estas métricas dan un vuelco total a la concepción tradicional de la responsabilidad social, y deberán utilizarse no solo como parámetros objetivos de efectividad de las políticas de sustentabilidad, sino como referencias importantes de riesgos no financieros con un impacto directo en la valoración de las empresas. Por lo que, en un futuro cercano serán los indicadores necesarios para acceder a las mejores opciones de financiamiento en los próximos años”.
Por último, Pemex tiene una deuda de 113 mil millones de dólares, una de las energéticas más endeudadas del mundo.