Palabra de Antígona
Sara Lovera *
La igualdad entre mujeres y hombres, los equilibrios en el trabajo doméstico, las posibilidades de desarrollo de millones de mujeres, ahora “en una esquina”. Con apenas el 25 por ciento de las posiciones de poder en el mundo, se necesita dinero, inversión y voluntad política.
Por mucho tiempo, en los foros internacionales los países ricos prometen, promueven algunos proyectos y cumplen a medias. El asunto es muy importante, considerando que los diagnósticos —resultados de la crisis sanitaria mundial— señalan que las mujeres perdieron plazas de trabajo, vivieron y viven doble y triples jornadas en sus hogares y violencia de pareja, la cual sigue subiendo.
La recomposición económica del mundo capitalista no tendrá frutos sin la mitad de los brazos de las mujeres. Eso lo saben las y los gobernantes. Por eso, en París, la semana que pasó, el Banco Mundial, Alemania, Canadá y la Fundación Bill y Melinda Gates ofrecieron aportar millones de dólares para proyectos de apoyo a la política de género centrada en los cuidados y los derechos sexuales y reproductivos.
Una buena noticia que involucra algo así como 40 mil millones de dólares para empezar. Recursos para lo que Naciones Unidas ha definido como Sur Global. Muchos recursos irán a los gobiernos, algunos millones para las organizaciones de la sociedad civil. Me temo que en México el presidente Andrés Manuel López Obrador los querrá para controlarlos o desviarlos.
Los detalles se discutieron en el Foro Igualdad Generación que concluyó en París el 2 de julio, con un llamado enérgico a invertir en las mujeres. Así, habrá 100 millones de dólares de Canadá para impulsar la Alianza Global por los Cuidados que busca reducir las horas que las mujeres dedican a esa tarea.
Por su parte, la canciller Ángela Merkel declaró que Alemania invertiría 140 millones de euros adicionales, mientras que la Fundación Bill y Melinda Gates aportará 2 mil 100 millones de dólares para promover la igualdad de género a nivel global; de estos, mil 400 millones se destinarán a programas de derechos reproductivos.
El Banco Mundial se comprometió a financiar programas para la “autonomía económica de las mujeres” en el África subsahariana, por 10 mil millones más. Estados Unidos informó que dedicará 12 mil millones de dólares en los próximos cinco años a promover el empresariado femenino. Francia anunció que hasta 2022, establecerá como regla que al menos el 50 por ciento de su ayuda pública al desarrollo irá a proyectos para la igualdad entre mujeres y hombres, como objetivo principal.
Estas son puras buenas noticias. Pero en México, podría significar opacidad, malos entendidos, ocultamiento y desvío de recursos. Me preocupa que las organizaciones de mujeres no estén informadas y que los gobiernos locales —libres de la 4T y la derecha extrema— logren conocer las reglas y los mecanismos para acceder a estos recursos, urgentes, puesto que, como informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), hay alrededor de 14 millones de mujeres pobres que no tienen acceso a los servicios de salud ni a la Interrupción Legal del Embarazo, lo que pone en riesgo su vida y su libertad.
Para algo ha de servir que haya seis gobernadoras y una inmensa franja de mujeres en los congresos y los municipios. Urge instalar un observatorio de grupos y colectivas, porque, de otro modo, el dinero para la igualdad, los derechos sexuales y reproductivos y para que las mujeres tengan trabajos decentes y buenos salarios, acabarán en las dádivas y las becas. El control informativo podría estar en el Instituto Nacional de las Mujeres, así que la siguiente tarea es defender la transparencia y el derecho a la información. No más fuegos artificiales. Veremos.
* Periodista, directora del portal informativo semméxico.mx