Hace unos días surgió un conflicto en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, y que hasta la fecha continúa porque no se ha podido establecer una solución ante los acuerdos que exigen los sindicatos. Pero, aquí la novedad o sorpresa es que el líder minero y senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, habría metido las manos.
Para entrar en contexto, hay que saber que ahora los sindicatos entre empleadores y empresas tienen cómo defenderse, gracias al nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, conocido como T-MEC.
Y es que uno de los principales puntos de este acuerdo es fortalecer y ampliar la protección de los derechos de los trabajadores, a través de la creación de sindicatos que expongan las exigencias laborales ante la empresa.
Sin embargo, no es de sorprenderse que los sindicatos muchas veces meten mano sin decir nada a los trabajadores, porque siempre ven por su bien y no por el bien colectivo.
Es por esto que el complejo de General Motors en Silao está en conflicto, ya que hicieron llegar al Congreso de Estados Unidos informes que denuncian violaciones a los derechos de los colaboradores de la fábrica durante la elección de sus líderes sindicales.
Y a todo esto, ¿qué tiene que ver Napoleón Gómez Urrutia? Pues el líder del sindicato minero mantiene estrecha relación con el país canadiense, que lo acogió después de que huyó de México y se autoexilió en Canadá.
‘Napito’, desde que regresó a México de la mano de Morena, ha movido sus influencias en varios países para su beneficio, a tal punto de ser miembro del Comité Ejecutivo Mundial de la IndustriALL Global Union; federación sindical que representa a más de 50 millones de personas que trabajan en más de 140 países.
De aquí que el interés por meter su cuchara dentro del proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo de GM Silao, para así deshacerse del actual sindicato y tomar su lugar. Su estrategia incluye armar un escándalo a la empresa automotriz y hasta llevar a una huelga.
Esta no sería la primera vez que Gómez Urrutia planea algo así; en agosto del año pasado sucedió algo similar, cuando trabajadores de la mina San Rafael en Cosalá, operada por America’s Gold and Silver, denunciaron la intromisión de Yasser Beltrán, cercano de ‘Napito’, para desplazar al líder de la CTM y así hacerse del contrato colectivo de trabajo.
¿El resultado? La mina lleva más de un año sin operar, dejando sin sustento a cientos de trabajadores y sus familias.
Si ‘Napito’ pudo cerrar una fuente de empleos, ¿quién asegura que el plan con General Motors no seguirá adelante?
Además, si logra su cometido, al tener el control del contrato colectivo de trabajo de GM Silao, Gómez Urrutia ganará mayor poder político, ofreciendo más peso a la Confederación Internacional de Trabajadores.
Y no hay que olvidar que la ganancia monetaria será millonaria y a costa de extorsiones, lo que para la empresa automotriz podría significar una pérdida de ganancias que afectará, sin duda, a sus trabajadores.